La despedida, ahora sí definitiva, de Brett Favre
No fue la mejor despedida para uno de los mariscales de campo de mejores resultados en las últimas décadas y un seguro candidato a ingresar al Salón de la Fama de la NFL. Sentado en el banco—en el que estuvo pocas veces a lo largo de su extensa carrera de 20 temporadas—, con una gorra y la mirada perdida en el terreno de juego, Brett Favre anunció, y ahora sí le creemos, que había llegado la hora de decir adiós.
De acuerdo, ya habíamos escuchado palabras similares en 2008 y 2009. En ambas ocasiones regresó a los estadios, con los Jets de Nueva York y los Vikingos de Minnesota; pero después de una pobre campaña, en la que incluso perdió su increíble récord de 297 aperturas consecutivas—esta marca es irrompible—no creo que nadie se atreva a decir que Favre intentará otro retorno a la cada v...