Martín Saura y la dirección de un equipo
Si hay un puesto en Cuba que siempre suscita polémicas es el de director de un equipo nacional de béisbol. Para muchos hombres este ha sido el sueño de su vida; otros han huido de él, quizás porque saben que la ingratitud humana, en muchas ocasiones, pesa más. A la persona que recibe la nada fácil tarea de dirigir a 24 jugadores se le exigirá solo una cosa: ganar. Nada más. No importa que el equipo haya lucido bien o que los rivales— ¡al fin lo reconocemos!—sean mejores. El manager tiene que ganar o sencillamente arderá en la hoguera de la opinión pública deportiva cubana que suele ser, en estos casos, muy abierta.
En la larga historia de participaciones cubanas en los más diversos torneos internacionales, han sobresalido varios nombres. En primer lugar Serbio Tulio Borges quien dirigió a...