Mariano Rivera, un hombre providencial
El hombre que más juegos ha salvado en la centenaria historia de las Grandes Ligas nunca le lanzó a Cuba. Quizás cuando más cerca estuvo esa posibilidad fue en el primer Clásico, en 2006; pero el panameño Mariano Rivera declinó participar y tres años más tarde una lesión—y el desinterés—lo convirtieron en el abanderado de su país en la segunda versión del evento. Para la cita de 2013 tendrá 44 años y con esa edad no parece probable que vista el uniforme de su país.
Antes del Clásico inicial, los panameños aspiraban a que su gran estrella estuviera en la selección que enfrentó a Cuba, Holanda y Puerto Rico; sin embargo, Rivera no quiso participar y así se lo hizo saber al director Roberto Kelly. Luego, en 2009, los problemas con el hombro provocaron otra retirada del pitcher. En lugar de l...