Una celebración largamente esperada por el béisbol cubano
Todos celebraron el espectacular cuadrangular de Alfredo Despaigne que le dio a Cuba el título del Campeonato mundial universitario, desde el policía que me puso una multa por “obstruir” el paso de la autopista nacional en mi viejo Lada, hasta los campesinos, con un radio en el bolsillo, que apenas unos kilómetros más adelante intentaron venderme la libra de queso a precios exorbitantes. En fin, que después de una sequía de casi tres años, el béisbol cubano alcanzó finalmente un título en un torneo de carácter mundial.
Las celebraciones han enardecido a no pocos colegas. “Un jonrón mítico”, una “victoria inolvidable”… Ciertamente fue un excelente triunfo; pero me parece que una vez más el excesivo apasionamiento nos lleva a perder la perspectiva. El Mundial universitario tuvo un pobre niv...