Kendrys Morales, un cubano trotamundos en Grandes Ligas
Kendrys Morales acaba de comprobar, una vez más, que en el negocio del béisbol los jugadores son piezas de un rompecabezas que se mueven de un lado a otro por voluntad de los ejecutivos. Esto no es nada nuevo; pero, luego, cuando un atleta decide seguir sus pasos y busca el mejor contrato posible, entonces esos mismos ejecutivos, apoyados por amigos en la prensa, se encargan de enarbolar la bandera del “apego a la camiseta” y presentan al pelotero ante los fanáticos como un hombre que abandona la franquicia, que solo le interesa el dinero.
Hasta hace 24 horas, Morales iba a jugar su tercera temporada en Toronto, como parte de un acuerdo de 33 millones de dólares que firmó en 2017 con los Azulejos. El habanero, de 35 años, hizo el spring training con el equipo y todo parecía listo para e...