Ichiro y los Samuráis, justos campeones del Clásico Mundial
El director surcoreano In Sik Kim cometió un error mental; el cerrador C.Y. Lim lo llevó a la realidad del terreno e Ichiro Suzuki supo aprovecharse de una recta en la zona alta para conectar el imparable que le dio a Japón el segundo título del Clásico Mundial de béisbol.
Con dos hombres en circulación, la primera base desocupada, dos outs y el partido empatado en la parte alta del décimo inning, ¿a alguien se le hubiera ocurrido lanzarle a Ichiro? Es cierto que el versátil jardinero derecho no había tenido su mejor torneo, pero…
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