Cuba en el Clásico Mundial: el cartero no llama dos veces
El béisbol cubano acaba de cumplir su peor actuación histórica en un torneo internacional. Bochorno, vergüenza, “papelazo”, “mándenlos a cortar caña” (aunque este “castigo”, que arrastramos desde la década del setenta, hoy es totalmente anacrónico) fueron algunas de las frases que, entre “almendrones” y P12, pude escuchar, tras el KO propinado por Holanda (14-1) en el IV Clásico Mundial.
El desencanto, no podía ser de otra forma, era generalizado. A pesar del bombardeo de “mensajes positivos”, para el fanático cubano quedaba claro que con ese equipo (que es el reflejo del estado actual de la pelota nacional) no se podía aspirar a más; sin embargo, ni siquiera esa sensación de “derrota aceptada de antemano” era capaz de aplacar las críticas de millones que esperaban, al menos, un “revés ...