Héctor Rodríguez o cuando escuchar la pelota era un placer
Hace seis años no pocos quedamos conmocionados al conocer la desaparición de Eddy Martin. Ahora la sensación parece ser la misma, cuando leo, en una nota mal escrita, en un medio nacional, una breve crónica sobre el impacto que tuvo Héctor Rodríguez Almaral en el periodismo deportivo cubano.
Héctor tenía solo 66 años y el cáncer acabó muy rápido con un hombre que antes había atravesado por la amarga experiencia de la poliomielitis, que lo obligó a utilizar un bastón durante décadas. Creo que mientras más pase el tiempo y nuestros oídos—y hasta el sentido común—sigan sufriendo con las improvisaciones deportivas de improvisados, tanto en la radio como en la televisión, más extrañaremos a esa inolvidable pareja que conformaron Héctor y Eddy.
La voz de Héctor era inconfundible. Quizás no tuv...