Black Power, el gesto que inmortalizó a Tommie Smith y John Carlos
Un cuarto de millón de dólares. Ese fue el precio que pidió el corredor norteamericano Tommie Smith por la medalla de oro que obtuvo en los Juegos Olímpicos de México, en 1968. Agobiado por las deudas, el veterano corredor no encontró una mejor opción y tuvo que subastar la presea que lo convirtió en uno de los símbolos más importantes en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Las imágenes de Tommie y su compañero John Carlos, subidos en el podio de premiación, con la cabeza baja y el puño con un guante negro en alto, mientras sonaban las notas del himno estadounidense, serán recordadas por siempre; aunque la vida de los atletas involucrados en aquella valiente protesta no fue fácil después de la cita estival mexicana.
Imaginemos que estamos en el estadio Olímpico de Méxic...