Adiós Khanty-Mansiysk
Perder en una Copa Mundial de ajedrez, un evento que otorga tres plazas para el siguiente ciclo de candidatos a la corona universal y que reparte premios por 1,6 millones de dólares, sin dudas es frustrante. No obstante, cuando se cede después de jugar bien, quizás la decepción disminuya un poco y probablemente eso suceda ahora con los cubanos Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón.
Ambos lograron incluirse en los octavos de final de la Copa y estuvieron muy cerca de avanzar hasta la ronda de los ocho mejores; pero en las partidas rápidas arriesgaron demasiado y tampoco supieron encontrar las mejores jugadas ante rivales fortísimos que, en determinados momentos, parecían derrotados.
Leinier abrió cada uno de sus cuatro matches con un esperanzador triunfo; sin embargo, en sus últimos dos enfre...