Un Juego de las Estrellas inédito
La Comisión Nacional de béisbol habló, todos escuchamos y al parecer muy pocos han opinado—críticamente— sobre la inédita decisión de colocar el Juego de las Estrellas de la pelota cubana nada menos que al final de la temporada regular.
Realmente no entiendo el propósito de este juego después que concluya la Serie. Por lo general el interés es muy bajo hacia este desafío y en mi memoria—que no considero mala—hay muy pocos encuentros emotivos, quizás con las excepciones vividas en 2008 con el jonrón de Yosvany Peraza que dejó al campo a los orientales en Santiago de Cuba o cuatro años antes, en el Sandino de Villa Clara, cuando los de Oriente hicieron lo mismo; pero no podemos olvidar que había un incentivo para la selección ganadora: representar a Cuba en un tope internacional.
Es cierto...