No hubo sorpresas ni voto unánime, pero el dominicano Pedro Martínez y los estadounidenses Randy Johnson, John Smoltz y Craig Biggio ya forman parte del selecto grupo de inmortales exaltados al Salón de la Fama en Cooperstown; mientras, las puertas de este recinto siguen cerradas para Barry Bonds, Roger Clemens y compañía.
Pedrito Martínez será el segundo dominicano en Cooperstown (el anterior fue Juan Marichal, en 1983) y su elección nunca estuvo en duda. Tres premios Cy Young, 219 partidos ganados, 3154 ponches y 2,93 de PCL eran méritos más que suficientes. Contabilizó 500 de los 546 votos (91.1%) de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica.
El veloz Randy Johnson alcanzó 534 votos, el 97.5 % (pensé que lograría un mayor porcentaje). Cinco premios Cy Young, 303 victorias y 4875 ponches muestran claramente la enorme calidad del zurdo con más control que he visto en mi vida.
Mientras, Smoltz logró 200 victorias y 150 juegos salvados (tengo guardado en mi memoria su actuación como cerrador de los Bravos, aunque tampoco olvido las 24 victorias que alcanzó este pitcher, en su etapa de abridor). Obtuvo 455 votos, para el 82.2 %
El año pasado Craig Biggio quedó a solo dos votos de entrar en Cooperstown. Ahora no hubo lugar a las dudas y los 3060 jits que bateó con los Astros de Houston (¡el único equipo para el que jugó!) lo convirtieron en un inmortal. Recibió 454 votos (82,7%).
Todos aquellos peloteros vinculados con el uso de sustancias prohibidas quedaron muy lejos del Salón. Barry Bonds es el jugador con más jonrones en las Grandes Ligas y en siete ocasiones fue elegido como MVP; sin embargo, es un mentiroso (todavía no confeso), así que quedó en 36,8 %; mientras, Roger Clemens es el máximo ganador de premios Cy Young, con siete, pero también utilizó sustancias prohibidas, por lo que los cronistas solo le concedieron el 37,5 % de los votos. Peor le fue a Mark MacGwire (este sí confesó sus pecados), con apenas el 10 % y Sammy Sosa (6 %).
CURIOSIDADES
- Desde 1955 cuatro peloteros no eran exaltados, en el mismo año, a Cooperstown. El récord sigue siendo 5 (en 1936)
- Martínez es el undécimo latinoamericano electo al Salón de la Fama. Antes de él llegaron los puertorriqueños Roberto Clemente (1973), Orlando Cepeda (1999) y Roberto Alomar (2011); el dominicano Juan Marichal (1983), el venezolano Luis Aparicio (1984), el panameño Rod Carew (1991) y el cubano Tony Pérez (2000). También fueron seleccionados por el Comité Especial de las Ligas Negras los cubanos Martín Dihigo (1977), José de la Caridad Méndez (2006) y Cristóbal Torriente (2006).
- El puertorriqueño Edgar Martínez continuará en las boletas de los cronistas estadounidenses por séptimo año seguido luego de sacar el 27 % del mínimo de 15.
- Carlos Delgado, el máximo jonronero puertorriqueño con 473 bambinazos, solo recibió 3,8 % de los votos y salió de la boleta.
Muy satisfecho con la elección de estos cuatro grandes. Se hizo justicia con Mr Astros, el pequeño Craig Biggio, muy versátil, primero catcher, luego camarero y bueno en cualquier posición. Se eligieron tres lanzadores que fueron estrellas realmente. Johnson era veneno lo que lanzaba, puso a los Yankees, en la serie mundial contra Arizona, a comer de su mano. Smoltz fue un lanzador que como abridor fue de primera, al final se convirtió en cerrador y ya ahora es un destacado cronista de la MLB TV. El gran Pedro, todavía recuerdo el duelo contra el Duque, cuando el cubano debutó, Medias Rojas contra Yankees, un juegazo de ceros, pero el cubano se llevó la victoria. Pedro fue un excelente lanzador, segundo dominicano en Cooperstown, y por coincidencia, ambos pitchers, el otro fue el gran Juan Marichal, que por esos caprichos de la vida no le pude ver lanzar, como tampoco vi a Koufax, y tantos otros en 3 décadas.
Saludos Esteban y gracias por comentar en mi blog. Creo que hay un gran consenso sobre la elección de estos cuatro grandes jugadores. Quizás Biggio debió entrar antes, pero ahora se hizo justicia con este formidable bateador. Lo de Pedro El Grande fue espectacular, un lanzador realmente completo. Johnson y Smoltz tampoco tienen discusión. El flaco Randy a los 40 años tiraba fácilmente más de 94 millas y seguía engañando con la slider y Smoltz fue el último de los «mosqueteros» de los pitchers de los Bravos que entró a Cooperstown. Todavía es difícil entender que aquellos Bravos de los noventa, dirigidos por Bobby Cox, solo ganaran un anillo de Serie Mundial. Parece que el único que no está satisfecho con esta elección es Curt Schilling, ahora acabo de leer que, según él, no recibió más votos «por ser republicano». Vaya absurda manera de introducir la política en esto.
Schilling nunca está satisfecho, pero soy del criterio que igualmente deberá entrar en el salón. Fue un gran lanzador derecho, muy laborioso y sistemático en su entrenamiento. Pero si Miñoso no está aún por esas injusticias, Schilling tiene años para quejarse si su salud le acompaña.
Saludos Esteban, esperemos que algún día (más temprano que tarde) se haga justicia con el Minnie y Tony Oliva y logren su introducción a un sitio donde merecen estar: el Salón de la Fama, tanto en Cooperstown como en Cuba (ya Miñoso entró este año…)