El Gran Maestro Yuniesky Quesada, con blancas en el tercer tablero, luchó durante más de cuatro horas ante David Howell (2650) y finalmente consiguió las tablas que le permitieron a Cuba superar a Inglaterra por 2.5-1.5 y, de esta forma, la selección nacional concluyó la Olimpiada mundial, en Tromso, con 16 puntos (+7 – 2 = 2), en el séptimo puesto, por lo que igualó su mejor actuación histórica.
En la primera mesa, Leinier Domínguez pactó otro empate frente a Michael Adams (2740) y en el cuarto tablero sucedió lo mismo con Isán Ortiz versus Matthew Sadler (2653). Esta tabla le impidió al holguinero obtener la medalla de oro, pues fue superado por el serbio Nikola Sedlak; mientras, Lázaro Bruzón terminó de la mejor manera la Olimpiada: con un triunfo importantísimo sobre Gawain Jones (2665). El tunero fue el mejor jugador del equipo y quizás solo debamos lamentar su revés ante Teimour Radjabov. Su ELO aumentó en 15 puntos.
China hizo historia, al ganar por primera vez la Olimpiada, con un brillante cierre tras superar por 3-1 a Polonia; mientras Hungría fue segundo y la India tercero. Nuevamente Rusia decepcionó, al concluir en el cuarto puesto.
En el torneo femenino, las cubanas solo empataron a 2 contra Suecia y finalizaron con 13 unidades (+6 – 4 =1), en la trigésima posición, muy por debajo de lo esperado. En el adiós, Lisandra Ordaz perdió ante Pia Cramling (2500) y Yanira Vigoa cedió contra Ellinor Frisk (2257); mientras, triunfaron Sulennis Piña sobre Inna Agrest (2235) y Maritza Arribas vs. Jessica Bengtsson (1933).
Las rusas sufrieron un poco al final, por el revés de Kateryna Lagno ante Antoaneta Stefanova; pero lograron un cerrado triunfo sobre Bulgaria (2.5-1.5) y así ganaron por tercera ocasión consecutiva la Olimpiada. China ocupó la segunda plaza y Ucrania la tercera.
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