A la lista de peloteros tramposos se ha agregado un nuevo nombre: Manny Ramírez quien dijo haber pasado sin problemas 15 controles antidopaje en los últimos cinco años; pero nadie le creyó y la duda parece centrarse ahora en cuál será la próxima estrella de las Grandes Ligas en reconocer que utilizó sustancias prohibidas a lo largo de su carrera.
Más de 500 jonrones, dos títulos en las Series Mundiales con los Medias Rojas de Boston y una pésima reputación fuera de los terrenos podrían resumir, en breves líneas, la trayectoria de un jugador que nunca antes había sido mencionado en los libros escritos sobre el uso del doping en la pelota, ni tampoco en el Informe Mitchell de diciembre de 2007.
Manny Ramírez, a pesar de ser cordialmente odiado por muchos fanáticos quienes no le perdonaban su egoísmo y autosuficiencia, lucía como un pelotero limpio. Sus enormes y oportunos cuadrangulares parecían legítimos, sus múltiples temporadas con más de 100 carreras impulsadas, también. Gran error. Un reporte de la Oficina del Comisionado de la Major League Baseball (MLB) confirmó que el jardinero de los Dodgers de Los Ángeles dio positivo en un control y recibió una condena de… 50 juegos.
Esa ridícula cifra es una falta de respeto a los amantes al deporte. En 2002, cuando las Mayores estuvieron a punto de ir nuevamente a la huelga, se llegó a un acuerdo entre la Asociación de jugadores y la MLB para implementar un sistema de sanciones que incluía una primera suspensión de 50 desafíos por la primera infracción y solo en la quinta ocasión el atleta recibiría un castigo de por vida.
En 2009 ya dos lanzadores cumplen una “condena” similar a la de Manny: J.C. Romero, de los actuales campeones Phillies de Philadelphia y Sergio Mitre, de los Yankees de Nueva York.
Romero jugó en el segundo Clásico Mundial con Puerto Rico y su desacertado rol en el noveno inning del decisivo partido ante Estados Unidos fue fundamental para que este equipo avanzara hasta las semifinales. Recientemente, en un juego de entrenamiento, Romero enfrentó a otro famoso tramposo: Alex Rodríguez. Un duelo muy curioso entre dos probados y confesos mentirosos.
Después de terminada la campaña anterior y ante el cúmulo de evidencias en su contra, Alex, el jugador que mayor cantidad de dinero recibe en la MLB, reconoció que durante los años 2001-2003, mientras jugaba con los Rangers de Texas, empleó sustancias prohibidas; pero aseveró que nunca más las había utilizado. Pocos creyeron esa historia.
No obstante este reconocimiento de su “error”, Alex Rodríguez no ha sido suspendido porque no le detectaron el doping en un control de la MLB. Sus abogados se han encargado de mantenerlo lejos de cualquier sanción. Ni siquiera los 50 partidos mínimos.
No son pocos los que se han pronunciado por elevar los castigos e incluso algunos abogan por incluir las condenas de por vida para los violadores de las reglas.
Este podría ser un excelente paso en el intento de limpiar la muy deteriorada imagen del béisbol, no solo en Estados Unidos. Si se lograra aprobar, de seguro los jugadores lo pensarían más de dos veces antes de doparse.
Con esa medida, tal vez la larga lista—donde ya se incluye Manny— de peloteros cuyas impresionantes marcas en lugar de despertar admiración producen un efecto contrario podría mantenerse sin grandes adiciones.
¿De por vida? El solo hecho de mencionar esta frase moviliza a decenas de abogados en la poderosa Asociación de jugadores, por lo que es poco probable que en un plazo cercano se modifique la débil e insuficiente política de sanciones de la MLB.
La era de los esteroides. Así llaman muchos medios de comunicación a la debacle de legitimidad en las Grandes Ligas. El escándalo estalló en Estados Unidos; no obstante, la crisis afecta a todos. A finales del presente año se discutirá en una reunión del Comité Olímpico Internacional la posible reinserción de la pelota en el programa oficial de competencias de la cita estival de 2016. A Manny Ramírez esto no le interesa en lo absoluto, como tampoco le importó participar en los dos Clásicos Mundiales; sin embargo, su falta de honestidad podría ser otro elemento que los enemigos de ese añorado retorno explotarán para mantener a la principal pasión deportiva en Cuba fuera de los Juegos Olímpicos.
Manny Ramírez perderá más de siete millones de dólares de su contrato de un año con los Dodgers. Lástima que muchos análisis se queden solo en la cifra y no vean cuánto en realidad sufre la pelota por casos como los de Clemens, Alex, Bonds y ahora Manny. Este daño trasciende los ceros a la derecha de las cuentas bancarias y podría ser irreparable.
Publicado en Cubasí
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¿Tú también Manny Ramírez?
Miguel..Estoy muy de acuerdo con tu acertado post..es un bochorno para el deporte el uso de esteroides…creo que hay que tomar medidas mas eneergicas so pena que el deporte se lesione por vida…es una farza lo que hemos estado viendo en esas «supermarcas» impuestas por musculos llenos de drogas..lo de Manny es peor , por lo antipatico y falta de carisma de ese grosero jugador …ojala lo suspendan por vida!!!
Hubo otro pelotero ..buenisimo de origen cubano que tambien se le ha acusado de usar esteroides..Rafael Palmeiro….no lo quiere ningun equipo….la cosa esta que no se puede meter la mano en la candela por ninguno….debajo de cualquier piedra te sale un raton……
Saludos.. Lo de Palmeiro fue también muy lamentable, realmente ya no se puede creer (o al menos yo no creo) en ninguna de las marcas. Tengo guardado un vídeo con un cuadrangular de McGwire frente a Randy Johnson que cayó a 536 pies. La primera vez me produjo admiración, luego vino la estúpida actitud de McGwire, sus inyecciones y músculos creados por el doping y hoy ese jonrón me parece, como tantos otros, una gran farsa. La condena de por vida, no solo en el béisbol, es la mejor opción para eliminar, con la mayor rapidez posible, el uso de sustancias prohibidas en el deporte
tambien jose canseco se dopaba. Y tambien veo una campaña en contra de los peloteros dominicanos. Y afroamericanos.
Ni Cuba Miguel se ha escapado de los esteroides,en jabalina y salto de altura y muchos masw