La última vez que los Broncos de Denver jugaron un Súper Bowl fue en 1999. En aquel entonces tenían a John Elway como mariscal de campo y con su triunfo sobre los Falcons de Atlanta (34-19) se ratificaron como el equipo más dominante en el final del siglo XX. Durante 15 años los fanáticos de los Broncos esperaron por un despertar de su selección.
En 2012, Elway, ahora como ejecutivo de los Broncos, decidió que era el momento oportuno de deshacerse de su polémico mariscal, Tim Tebow y le ofreció un contrato al mejor mariscal de las últimas dos décadas en la NFL, Peyton Manning. ¿Movimiento arriesgado? Indudablemente; pero después de dos campañas con marca de 13-3, finalmente los Broncos obtuvieron su ansiado deseo: ¡jugarán el Súper Bowl 48! Creo que lo lograron de la mejor manera posible, porque superaron al archirrival de Manning, los Patriotas de Nueva Inglaterra, por un cerrado 26-16.
Me parece que muchos esperábamos que los Patriotas corrieran con el balón, tal y como lo hicieron una semana antes, frente a los Colts. La defensa de los Broncos, una de las peores en la NFL, tuvo el mejor desempeño del año y apenas permitió que Stevan Ridley y LeGarrette Blount avanzaran en el terreno en la primera mitad. Mientras, Manning superó, ampliamente, a Brady por aire.
Los Broncos subieron al marcador en su segunda posesión. Llegaron hasta la 10 de NI; pero Manning falló dos pases y tuvieron que conformarse con un corto gol de campo de Matt Prater. Luego, en otra larga posesión, Manning encontró a Jacob Tamme, para un TD de 1 yarda que colocó la pizarra 10-0.
Casi en el final de la primera mitad, los Patriotas llegaron hasta la 19 de Denver; pero Brady recibió un sack que forzó el gol de campo de Stephen Gostkowski. Manning tuvo tiempo para elaborar una última serie ofensiva que terminó en otro gol de campo de Prater, este de 35 yardas. De esta manera los Broncos arribaron al descanso con cómoda ventaja de 13-3.
Imagino que Bill Belichik haya tratado de cambiar algo durante el descanso; pero lo cierto fue que los Patriotas nunca despertaron. Después de irse 3-0 en su primera serie, Manning recibió el ovoide y produjo otro metódico drive (corrida-pase-corrida-pase) que concluyó con un pase TD de 3 yardas que recibió Demaryius Thomas. El “Broncos Show” no había terminado: el tercer gol de campo de Prater amplió la diferencia, aunque de seguro los Broncos aspiraban a más, pues se quedaron en la yarda 1. Más adelante, Brady recortó la distancia con un TD a Julian Edelman, pero Prater demostró que es el mejor pateador de la liga, al conectar su cuarto GC, este de ¡54 yardas!
Brady será siempre recordado, entre otras cosas, por sus espectaculares remontadas. Contra los Broncos lo intentó nuevamente y esta vez entró él mismo en la zona final, para poner nerviosos a todos en Mile High, al cerrar la pizarra 26-16; sin embargo, falló la conversión de dos puntos y allí terminaron las esperanzas de los Patriotas.
Manning tuvo otro partido espectacular: de 43-32, para ¡400 yardas! con 2 TD, sin intercepciones y un rating de mariscal de 118,4. Absolutamente asombroso para un hombre de 37 años.
Ahora los Broncos de Denver tendrán dos semanas para prepararse antes de salir al Meadowlands Stadium, en East Rutherford, con un único objetivo: ganar por tercera ocasión el Súper Bowl.