¿Qué pasó? Esa pregunta continúa atormentando a los seguidores de la selección mexicana de fútbol que todavía no acaban de asumir el hecho de que el “Tricolor” necesitara la ayuda de su peor enemigo deportivo, Estados Unidos, para mantener, a duras penas, la posibilidad de jugar en el Mundial de Brasil 2014.
Un año atrás, México deliraba con el espectacular triunfo de su equipo en la final de los Juegos Olímpicos de Londres. El “Tri” derrotó al Brasil de Neymar y alcanzó el mayor éxito en su larga historia futbolística. En ese momento nadie se hubiera atrevido ni siquiera a sugerir una posible eliminación mexicana en la hexagonal final de CONCACAF.
Quizás muchos esperaban que el “Tri” paseara la distancia en la hexagonal, después de concluir invicta la primera fase; sin embargo, en 2013, el terreno mostró una realidad completamente distinta. México inició con un decepcionante empate sin goles frente a Jamaica, un equipo que tuvo un pobre rendimiento y concluyó en la última posición del torneo.
El “Tri” igualó como local contra Estados Unidos y Costa Rica. Después cayó 2-1 ante Honduras, en lo que constituyó el segundo revés histórico en el estadio Azteca en eliminatorias mundialistas. Como visitante, México empató 2-2 con Honduras, 0-0 con Panamá, triunfó 1-0 sobre Jamaica y cedió 2-1 versus Estados Unidos.
Los problemas continuaron en la Copa Confederaciones de Brasil, donde el “Tri” fue eliminado en la primera fase, tras ganar un solo juego. Más tarde, en la Copa Oro de CONCACAF, perdió en dos ocasiones ante Panamá y quedó fuera de la final. Los continuos tropiezos influyeron en la salida del director José Manuel “Chepo” de la Torre.
Los directivos de la Federación nacional contrataron, en su lugar, a Víctor Manuel Vucetich. Quedaban solo dos partidos en la hexagonal y, para asegurar un boleto directo, el “Tri” necesitaba ganar ambos duelos. En el primero, frente a Panamá, un gol en los minutos finales de Jiménez puso a soñar a todo un país. No obstante, la selección seguía sin convencer.
Luego vino el viaje a San José. Los costarricenses ya habían garantizado su presencia en Brasil; pero todos sabían que el partido no sería un regalo, porque la rivalidad en la región es fortísima. Los mexicanos trataron, una y otra vez, pero fueron superados por los ticos 2-1. La presencia consecutiva en cinco Copas Mundiales parecía que terminaría ya que, en Panamá, los locales tenían ventaja sobre Estados Unidos y con ese resultado dejaban fuera a México.
Entonces se produjo el “milagro” deportivo: los estadounidenses marcaron dos goles en tiempo de descuento y ratificaron que ahora ellos son los líderes de CONCACAF. Para los panameños fue una derrota traumática; mientras, en México de seguro nunca antes se había celebrado con tanta efusividad una victoria de su acérrimo rival.
Las muestras de agradecimiento de los mexicanos fueron respondidas de una manera muy irónica por la Federación estadounidense, a través de mensajes publicados en su cuenta oficial en Twitter (@ussoccer). Además, el hashtag #YoureWelcomeMexico’ (De nada, México) se convirtió en un trending topic en esa red social. La portada del diario The Washington Post también fue elocuente: “México, nos deben una…y bien grande”.
La decepción no quedó solo en fanáticos y especialistas. De acuerdo con Rafael Márquez, capitán de la selección, “ya se tocó fondo, es una situación lamentable (…) Se me cae la cara de vergüenza. Nos da vergüenza clasificar así, tenemos que prepararnos al mil y trabajar más para conseguir el pase, debemos borrar lo que se hizo”, aseguró.
Ahora el “Tri” enfrentará en dos ocasiones a Nueva Zelanda, campeón de Oceanía. Casi todos señalan a los mexicanos como favoritos; pero, para lograr el boleto a Brasil, el equipo necesitará que sus jugadores —con especial énfasis en Javier “Chicharito” Hernández— recuperen la confianza y que el juego en equipo mejore. Falta poco tiempo para el repechaje, así que solo nos queda pedir, con una rápida adaptación de la famosa canción interpretada por Jorge Negrete, ¡Ay México, no te rajes!
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