En la tercera ronda del Grand Prix de ajedrez que se juega en Salónica, Grecia, Leinier Domínguez estaba absolutamente perdido contra el ucraniano Vassily Ivanchuk; pero ambos entraron en apuros de tiempo y «Chucky» cometió error tras error, hasta ceder un caballo…y no llegó a cumplir el control de tiempo, antes del movimiento 40.
En la conferencia de prensa posterior, Leinier reconoció que trató primero de repetir movimientos, para que el duelo terminara en tablas y, como no pudo ser, la otra idea fue solicitar la división del punto; pero las reglas del torneo impiden que los jugadores realicen este tipo de ofrecimiento; después, el cubano trató de que la partida quedara registrada como tablas; sin embargo, el reglamento del ajedrez es inflexible: si el jugador no ha cumplido con el tiempo (en este caso, 2 horas para 40 movimientos), pues no hay nada que hacer.
Creo que esta historia debería contarse con más profundidad en los medios de comunicación, porque ilustra el espíritu de juego limpio que todavía prevalece (quizás no en todos los ajedrecistas). Leinier recordó que, en 2009, en una partida contra Ivanchuk, entraron en apuros de tiempo y, una vez cumplido el número de movimientos, en situación ventajosa para el europeo, este le ofreció tablas al cubano. Ahora, Domínguez quiso devolver ese gesto; sin embargo, los árbitros no lo permitieron. No creo que Leinier se haya sentido bien con la partida, porque realmente estuvo perdido desde la jugada 23. Tal vez sea una de sus victorias menos celebradas.
Lo sucedido en esta partida descontroló a Ivanchuk. Ya sabemos que el ucraniano es muy inestable psicológicamente y la derrota, cuando tenía una ventaja abrumadora, debió doler y no poco. La prueba de esta desconcentración fue evidente 24 horas después, cuando «Chucky» inclinó su rey, en apenas 22 jugadas, ante el búlgaro Veselin Topalov.
Mientras, Leinier volvió a ocupar titulares en los sitios web especializados, al doblegar al GM ruso Peter Svidler. Si contra Ivanchuk lució muy mal, esta vez el cubano desplegó su mejor ajedrez. Planteó su habitual Ruy López y encontró las respuestas adecuadas, hasta que las amenazas del peón de f, la torre y la dama blanca fueron demasiado para Svidler, otro que pareció sentirse muy afectado por el revés, porque no acudió a la conferencia de prensa, donde se analiza cada partida.
Después de cuatro rondas, siete ajedrecistas comparten la cima en Salónica, con 2,5 puntos, entre ellos Leinier quien ha añadido 7 puntos a su coeficiente. De acuerdo con el ELO en vivo estaría en 2734 unidades, así que podría romper su récord nacional.
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