1ra y 7, con 2:37 en el reloj del cuarto final. Un touchdown representaba el triunfo para los San Francisco 49ers en el Súper Bowl XLVII. La expectación era enorme, no solo en el Mercedes-Benz Superdome, de Nueva Orleans. Los fanáticos de los Baltimore Ravens no podían creer lo que estaba a punto de suceder; pero, en el momento de la verdad, el mariscal de campo Colin Kapernick no pudo concretar la jugada ganadora y los Ravens levantaron, por segunda vez en su historia, el Trofeo Vince Lombardi.
El Súper Bowl XLVII resultó tal y como se esperaba: espectacular; aunque realmente el inicio pareció poco prometedor. Los Ravens tomaron una rápida ventaja y llegaron al medio tiempo (me imagino que no hayan visto en vivo el show de Beyoncé) con una cómoda pizarra de 21 a 6. Joe Flacco estuvo impecable en los dos primeros cuartos, mientras los 49ers lucieron absolutamente perdidos sobre el terreno, como les sucedió en la final de Conferencia, frente a los Atlanta Falcons.
Para completar el desconcierto, los Ravens abrieron la segunda mitad con un asombroso retorno de kickoff de 108 yardas de Jacoby Jones. Con el partido 28 a 6, poco quedaba por hacer en Nueva Orleans; pero los 49ers no perderían su invicto en el Súper Bowl sin luchar. Lo mejor que le pudo suceder a los campeones de la Nacional fue…el apagón en el estadio. Durante más de media hora la casa de los Santos estuvo a oscuras, un hecho insólito en la historia del espectáculo deportivo más esperado del año.
Después que regresó la electricidad…retornaron los 49ers. Kaepernick comenzó a conectar mejor con sus receptores Crabtree, Davis y hasta Randy Moss hizo algo por la causa común. Primero vino la conexión de 31 yardas con Crabtree que acercó a San Francisco 28 a 13; luego, el tatuado mariscal encontró a Davis, para 14 yardas. De repente, el Súper Bowl XLVII volvía a ponerse interesante (28 a 20).
El nerviosismo en los Ravens era evidente. Ray Rice perdió un balón y los 49ers recuperaron el ovoide; sin embargo, desaprovecharon esa gran oportunidad y solo lograron un gol de campo de Akers. 28 a 23 y todo un cuarto por delante.
En su siguiente serie ofensiva, los Ravens llegaron hasta la yarda 1 de San Francisco, pero la defensa de los 49ers los detuvo allí y solo lograron sacar 3 puntos (31 a 23). Eso pudo costarle el partido a Baltimore, pues Kaepernick elaboró un ataque fulminante que, en menos de 3 minutos, recorrió 80 yardas. Primero vino una conexión de 32 yardas con Randy Moss; más tarde Frank Gore finalmente se hizo sentir en el partido, con una corrida de 21 yardas y, para cerrar la serie, Kaerpernick entró en la zona de anotación, al recorrer 15 yardas. La sorpresa estaba cerca de concretarse: 31 a 29 y, como era de esperarse, los 49ers intentaron la conversión de 2 puntos; pero falló la conexión entre Kaepernick y Moss.
Quedaban 9 minutos en el reloj, así que los Ravens hicieron lo necesario para controlar el ovoide el mayor tiempo posible. Su serie duró casi 5 minutos y concluyó con otro gol de campo de Tucker, este de 38 yardas (34 a 29). Esto obligó a los 49ers a jugar para el touchdown y Kaepernick entendió perfectamente lo que tenía que hacer.
La primera gran jugada fue el pase de 24 yardas para Crabtree. Después, Frank Gore elevó la tensión en el estadio, al correr 33 yardas. Los 49ers estaban en la yarda 7, con 2:39 por jugar. Kaepernick le entregó el ovoide a James quien logró 2 yardas. Ahí ocurrió lo impensado: Jim Harbaugh decidió ir por aire…en tres ocasiones consecutivas y Kaepernick no pudo concretar ninguno de sus pases (aunque hay una fuerte controversia sobre la jugada del cuarto down, pues parecía que el defensor de los Ravens ciertamente estaba sujetando a Crabtree). Con menos de dos minutos, los Ravens tomaron el control del ovoide y prepararon el festejo. El safety final sobre Kosh dejó el marcador en 34 a 31.
Este fue el segundo título en la historia de los Baltimore Ravens. En ambas celebraciones estuvo Ray Lewis, la gran estrella del equipo que pasará al retiro después de 17 temporadas en la NFL. La noche será muy larga para los 49ers, un equipo que tenía marca perfecta en el Súper Bowl (5 y 0) y que estuvo muy cerca de levantar su sexto trofeo Lombardi; sin embargo, un pésimo comienzo y las imprecisiones en los momentos culminantes terminaron con el invicto.
Vea además:
Joe Flacco recibe el trofeo como MVP del Súper Bowl XLVII
Box score del partido Ravens 34-31 49ers