Alguien me comentó que en un medio de comunicación de alcance nacional un colega había dicho: «el equipo cubano de béisbol cayó peleando en Rotterdam». Creo que sí pelearon, entre ellos y los bates, porque en ninguno de los nueve partidos los bateadores lograron producir cinco carreras. ¿Qué pasó en la ciudad holandesa?, me preguntaron en un correo electrónico; pero no creo que nadie tenga una respuesta para la más pobre actuación del béisbol cubano, en ¿50 años?
Nada funcionó para el equipo que dirigió Roger Machado, sobre todo porque el tercer y cuarto bate, Donald Duarte y Yoelvis Fiss, lucieron muy mal. ¿Por qué el director avileño no llevó al banco a Fiss? Creo que el regionalismo una vez más vuelve a estar presente en un director cubano y eso lo hemos visto desde Higinio Vélez hasta Eduardo Martín Saura. Aunque, para ser sinceros, el problema de Machado no fue el «regionalismo», sino su temor para mover la alineación. Solo así me «explico» que Osvaldo Arias haya tenido apenas 7 turnos al bate, mientras Yulexis la Rosa y Yenier Bello llegaron a 24 y en total solo produjeron 4 imparables.
¿Quién hubiera pensado que Cuba caería alguna vez en su centenaria historia beisbolera ante rivales tan, pero tan inferiores como Alemania y Curazao? La debacle de la pelota nacional, lamentablemente, es cada vez más evidente; pero más allá de los pésimos resultados me preocupa el triunfalismo, unido al inmovilismo que parece haberse apoderado de los que tienen en sus manos el poder para proponer los cambios necesarios.
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En fin el mar…. Hastas cuando Higinio al frente del beisbol en Cuba eh?
Saludos Yudivián…si todo se resolviera con cambiar al actual Presidente de la Federación, pues al menos yo vería «una luz en el túnel»; pero me parece que, lamentablemente, los problemas son más de fondo y sobrepasan a Vélez…lo cambian mañana, colocan a otro y quizás (ojalá me equivoque) la vida siga igual