Su renovador diseño fue alabado por varias estrellas y aunque quizás un cheque extra “impulsó” a algunos de esos criterios, sin dudas él será uno de los protagonistas del gran evento deportivo del año. Tiene 11 colores, apenas ocho piezas selladas térmicamente, un nombre muy singular y durante un mes 32 equipos soñarán con golpear la mayor cantidad de tiempo posible a Jabulani, el balón oficial de la Copa Mundial Sudáfrica 2010.
Las nuevas tecnologías han llegado a todos los deportes y en el fútbol la mayor atención de los científicos se ha concentrado alrededor de la pelota. ¿Cómo producir el mejor balón? Esa es una pregunta interesante que no pocos intentan solucionar y cada cuatro años parece surgir una propuesta que supera a la anterior.
Ocho décadas atrás, en la final de la primera Copa entre Argentina y Uruguay, las discusiones sobre cuál balón se emplearía provocaron encendidas polémicas. Cada uno de los equipos quería jugar con su balón preferido y como no se alcanzaba el deseado consenso, el árbitro y los organizadores encontraron una solución salomónica: los argentinos utilizarían en la mitad inicial su pelota y los uruguayos la suya en el segundo tiempo.
Probablemente haya sido una coincidencia, pero Argentina llegó al descanso con ventaja de 2 goles a 1; sin embargo, en el complementario, Uruguay marcó tres veces y se convirtió en campeón.
Las pelotas siguieron cambiando en las décadas siguientes; aunque sí se mantuvo el cuero como material principal. A partir de 1970 la multinacional Adidas asumió la producción de todos los balones y en la cita mexicana se empleó una pelota con nombre oficial: la llamaron Telstar, y en su momento fue la más redonda empleada en un partido de fútbol.
Luego vino Durlast, para la versión de 1974. Cuatro años más tarde, los creadores encontraron el nombre perfecto: Tango, pues con ella los argentinos “bailaron” mejor que ninguna otra selección y lograron la corona del mundo.
Este balón fue mejorado en España 1982 y aquí apareció un enorme cambio, ya que al cuero se agregó una capa de poliuretano, una idea que maduraría completamente en México, cuando se jugó con el Azteca, el primer balón sintético en las Copas y que tuvo entre sus ventajas una notable reducción en la absorción del agua.
Los cambios no cesaron y en cada versión de la Copa los investigadores de Adidas intentaban presentar balones diferentes, con reales o supuestas mejoras sobre su antecesor; aunque todos tuvieron una característica común: fueron vendidos a precios altísimos para “justificar” los años de experimentación de la compañía.
Durante muchísimo tiempo en los balones, por lo general, predominó el blanco y los rombos en negro; sin embargo, eso varió radicalmente en Francia 1998, porque en esa cita se presentó el Tricolore y, en las citas posteriores, Adidas mostró diseños aún más renovadores con Fevernova y +Teamgeist.
Más redondos, precisos, resistentes. Esas fueron particularidades de los balones con los que se disputaron las citas de 2002 y 2006. Todos querían ver más goles y un mejor control de los pases. Como si la pelota fuera decisiva en estos temas. Quizás sí, al menos estrellas patrocinadas por Adidas expresaron su complacencia por +Teamgeist; aunque no extrañó que otros, “curiosamente” con el bastoncillo de Nike en su indumentaria, no compartieran ese criterio.
En Alemania incluso se jugó la final entre Italia y Francia con un balón especial. La compañía alcanzó números positivos en su economía, así que no sorprendió que en Sudáfrica, Adidas propusiera una pelota todavía más “tecnológica”.
Jabulani es el nombre del balón con el que se disputarán los 64 partidos del Mundial y procede de una de las once lenguas oficiales de la nación africana. En español significa “festejar”. El número 11 parece que es el de la buena suerte, pues la pelota también tiene esa cifra de colores. Además, sus ocho paneles están sellados térmicamente y los publicistas de Adidas aseguran que el nuevo producto posee una redondez exacta.
Al igual que sucedió en 2006, en la discusión de la Copa FIFA se utilizará un balón con características peculiares. ‘Jo’Bulani’ es muy similar a Jabulani; pero su color es dorado, una selección muy acertada y que nos remonta a una de las denominaciones de Johannesburgo, “la ciudad de oro”.
Uno de los jugadores alemanes más célebres de todos los tiempos, Uwe Seeler, dijo una vez que el secreto del fútbol era el balón y aunque podamos no estar de acuerdo con este criterio, lo cierto es que los que preferimos el fútbol ofensivo, esperamos que las grandes estrellas que estarán en Sudáfrica puedan celebrar la mayor cantidad de goles con Jabulani.
Publicado en Cubasí