
El Grenke Freestyle Chess Open 2025 será recordado como el escenario de una de las mayores hazañas en la historia del ajedrez contemporáneo: Magnus Carlsen, el indiscutible rey del tablero, logró un puntaje perfecto de 9/9, un hito que lo coloca al lado de leyendas como Bobby Fischer.
La hazaña de Carlsen se compara con el 11/11 de Fischer en el Campeonato de EE. UU. de 1963/64, pero en un contexto moderno y con un formato único. Su actuación atrajo una cobertura mediática masiva y opacó historias como el regreso de Hans Niemann tras 12 días de silencio (y que en Karlsruhe tuvo un equipo de Netflix siguiéndolo todo el tiempo).
Un récord para la historia
Carlsen, quien días antes triunfó en el Grand Prix de París en este formato de ajedrez 960, demostró una vez más su supremacía. Sin teoría de aperturas que lo respaldara, su creatividad y cálculo preciso brillaron en cada partida. Su victoria le otorgó €60,000, 25 puntos del Grand Prix y un lugar aún más sólido en la cima del ajedrez mundial.
El desempeño de Carlsen alcanzó un Chess Performance Rating (CPR) de 3153, con lo que superó el récord previo de Fabiano Caruana en la Copa Sinquefield de 2014. Este número no solo refleja su dominio, sino que establece un nuevo estándar en la era moderna del ajedrez. “No creo que pueda repetirlo”, admitió Carlsen, consciente de la magnitud de su logro.
La batalla por Las Vegas
Mientras Carlsen acaparaba los reflectores, la lucha por el segundo lugar en Grenke fue encarnizada. Siete jugadores terminaron con 7 puntos, pero Parham Maghsoodloo se alzó con la clasificación al Freestyle Chess Grand Slam en Las Vegas por un estrecho margen en el desempate Buchholz (52.5 vs. 52). Leinier Domínguez fue uno de los que concluyó con 7 unidades y mantuvo el invicto en las nueve rondas (5 triunfos y 4 tablas). Por su Bucholz finalizó en la tabla detrás de Maghsoodloo Andrey Esipenko y Frederik Svane.
Foto de portada: tomada por Maria Emelianova/Chess.com