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Steph Curry, el verdadero MVP en el baloncesto de París 2024

Cuando parecía que Serbia podría protagonizar la gran sorpresa de los Juegos Olímpicos de París 2024; apareció Curry y salvó el día. Cuando Francia, alentada delirantemente desde las gradas, parecía lista para empatar el partido por la medalla de oro, apareció Curry, con cuatro triples y volvió a salvar el día. Si eso no es ser el MVP, pues entonces no tengo idea de lo que significa marcar la diferencia en un partido de baloncesto. Steph Curry no recibió el premio MVP de la cita estival y muy probablemente ese galardón no le interese a este formidable jugador que acaba de añadir a su impresionante palmarés el único título que le faltaba; pero sus jugadas fueron decisivas, más allá de que los números de ese portento que es LeBron James hayan sido superiores.

La quinta medallas de oro consecutiva de Estados Unidos en el baloncesto olímpico ha vuelto a traer el estéril debate sobre el “Dream Team”. Llueven las comparaciones entre los nombres del equipo de 1992 y los de 2024 y la diferencia de puntos que sacaron a sus rivales. Los nostálgicos se rasgan las vestiduras para recordar que aquel equipo no tuvo que pedir ni un tiempo fuera. No sucedió así con el que dirigió Steve Kerr en París, que estuvo en muy serias complicaciones frente a Serbia en la semifinal y, luego, sufrió en los minutos finales ante Francia. Claro que hubo que pedir tiempo fuera y buscar variantes.

Pero es que el baloncesto ha cambiado tanto que las distancias de 30 o 40 puntos entre los rivales son cosas de pasado. Estados Unidos llevó a París lo mejor que tiene en la NBA y solo así pudo conquistar el título. Basta revisar la cantidad de jugadores extranjeros en las franquicias de la NBA para comprender que 1992 y 2024 son dos períodos enormemente distantes, no solo en tiempo real. Por tanto, es absurdo establecer comparaciones entre los Team USA de Barcelona y París. Dos momentos diferentes, un mismo resultado, al menos en cuanto al color de la medalla.

De regreso al “debate” sobre el MVP en París. Muy cerca de cumplir 40 años, LeBron James obtuvo su tercer título olímpico (y Kevin Durant el cuarto, récord olímpico) y dejó muy buenos números: 14.2 puntos, 8.5 asistencias y 6.8 rebotes por partido. Curry marcó más, 14,8 puntos y quedó por detrás de King James en rebotes (3,2) y asistencias (2,5). Pero, vuelvo a los dos partidos decisivos, cuando Curry anotó ¡17 triples! Y esos triples salvaron al Team USA. MVP, sin dudas.

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