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Justicia beisbolera: Minnie Miñoso y Tony Oliva entran al Salón de la Fama en Cooperstown

El Comité de la Era de los Días Dorados de Grandes Ligas hizo justicia beisbolera: los cubanos Saturnino Orestes Armas Miñoso y Tony Oliva fueron exaltados al Salón de la Fama, en Cooperstown.

Miñoso obtuvo 14 votos, mientras Oliva, al igual que Jim Kaat y Gil Hodges, recibió 12. Este Comité estuvo compuesto por miembros del Salón de la Fama (como el panameño Rod Carew), ejecutivos de las Mayores y veteranos periodistas e historiadores. Ahora Oliva y Miñoso se unen a Atanacio “Tany” Pérez, Martín Dihigo, José Mendéz y Cristóbal Torriente como los peloteros nacidos en Cuba en el Salón de la Fama.

MINNIE MIÑOSO, EL «JACKIE ROBINSON» DE LOS PELOTEROS LATINOS

Para esta compilación de algunos de los mejores momentos en la vida de Orestes “Minnie” Miñoso me basaré en un interesante artículo recopilatorio, escrito por el profesor Juan Antonio Martínez de Osaba.

Minnie Miñoso nació el 29 de noviembre de 1922, en la finca La Lonja, en Perico, Matanzas. Su familia era muy humilde, así que desde niño Minnie cortaba caña y marabú para el central España, donde se jugaba fuerte al béisbol.

Entre 1940 y 1943, el color de la piel imposibilitó que Miñoso participara en la Liga Amateur de Cuba, una competición en la que no estaban permitidos peloteros negros. En ese tiempo, Minnie se desempeñó con los equipos semiprofesionales Partagás y Ambrosía. En la última campaña terminó como líder de los bateadores. En aquella época también jugaba para el CUBAN MINING, de Santiago de Cuba, que le pagaba cien pesos al mes.

Minnie no demoró mucho tiempo en pasar al béisbol profesional, primero como defensor de la tercera base, pero luego saltó a los jardines que fue donde más brilló. Vistió el uniforme de los Tigres de Marianao de la Liga Profesional Cubana, durante catorce temporadas, entre 1945 y 1961 y se convirtió en el mayor símbolo del club. En ese tiempo llegó a ser el pelotero cubano más completo y popular en el país, reconoce Martínez de Osaba en su artículo.

En 1949, dos años después de que Jackie Robinson rompiera la barrera racial en las Grandes Ligas, Minnie Miñoso firmó con los Indios de Cleveland y se convirtió en el primer pelotero negro latino en jugar con una franquicia de las Mayores.

El Comité de la Era de los Días Dorados de Grandes Ligas hizo justicia beisbolera: los cubanos Saturnino Orestes Armas Miñoso y Tony Oliva fueron exaltados al Salón de la Fama, en Cooperstown.
El Comité de la Era de los Días Dorados de Grandes Ligas hizo justicia beisbolera: los cubanos Saturnino Orestes Armas Miñoso y Tony Oliva fueron exaltados al Salón de la Fama, en Cooperstown.

El cubano estuvo dos años con los Indios y en 1951 fue cambiado a los Medias Blancas de Chicago, el equipo en el que logró sus mejores resultados. En la temporada de 1951, Minnie causó sensación, al conectar para un promedio de 326 y finalizó como líder en bases robadas, con 31 de las 205 que consiguió en su carrera en las Mayores.

Miñoso jugó 12 de sus 17 temporadas en Chicago y en este período promedió para 304, con 135 jonrones y 808 carreras impulsadas. Fue tan importante su aporte a los Medias Blancas que la directiva decidió retirar el 9, el número que siempre utilizó Minnie y también edificó una estatua del cubano, que puede verse en el estadio US Cellular Field.

En total, en Grandes Ligas, Miñoso promedió 298, con 186 cuadrangulares y 1023 carreras impulsadas, con los uniformes de los Medias Blancas, Indios de Cleveland, Cardenales de San Luis y Senadores de Washington. En nueve ocasiones participó en el Juego de Estrellas, ganó 3 Guantes de Oro como jardinero izquierdo, fue líder en jits de la Liga Americana en 1960, líder en dobles en 1957, líder en triples en el 51, 54 y 56 y líder en bases robadas en 1951, 52 y 53.

Uno de los aspectos más interesantes de la vida de Miñoso fue su longevidad deportiva. El cubano tiene un récord compartido con Nick Altrock imposible de romper: jugó en Grandes Ligas en cinco décadas.

Brilló a lo largo de las décadas del cincuenta y el sesenta del siglo pasado y su retiro oficial fue fijado el 5 de julio de 1964; pero resulta que el cubano no “colgó los guantes” completamente, sino que regresó en dos momentos diferentes, en 1976, con 54 años y, más tarde, en 1980, con 58 años. En este período, además, jugó y dirigió en México.

El 11 de septiembre de 1976, Minnie vistió el uniforme de los Medias Blancas y  se fue de 3-0, como bateador designado, frente al zurdo Frank Tanana, de los entonces Angelinos de California. Un día más tarde, el cubano conectó imparable ante Sid Monge y de esta manera se convirtió en el pelotero más longevo en lograr un jit en las Mayores.

En octubre de 1980 regresó al terreno, con los Medias Blancas y así igualó la marca de Nick Altrock de jugar en cinco décadas distintas. A sus 58 años, Minnie bateó en dos ocasiones como emergente, también contra los Angelinos.

Diez años más tarde, los Miami Miracles, de la Liga Estatal de la Florida, trataron de que el Comisionado de Grandes Ligas le permitiera a Miñoso tomar un turno al bate, para pasar a ser el único pelotero profesional en participar en seis décadas diferentes; sin embargo, el Comisionado se rehusó.

De todas formas, con 71 años de edad, Miñoso jugó el 30 de julio de 1993 para el SAINT PAUL, en las Ligas Menores y cumplió su sueño. Fue retirado en roletazo al lanzador. Allí no termina la historia, pues el 16 de julio de 2003, con 80 años, volvió a vestir el traje del Saint Paul y se convirtió en el primer jugador en participar durante siete décadas en la pelota organizada.

El primer día de marzo de 2015 falleció en Chicago Minnie Miñoso. Tenía 92 años. Hasta el entonces Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, escribió un mensaje de condolencia a la familia del cubano.

«Minnie puede haber sido obviado por el Salón de la Fama durante su vida, pero para mí y para los jóvenes generaciones de afroamericanos y latinos, Minnie encarna por excelencia la historia americana mucho más que lo que una placa jamás podría representar», dijo Obama.

TONY OLIVA, UN BATEADOR TEMIBLE

Tony Oliva forma parte de mi equipo Todos Estrellas de peloteros cubanos en Grandes Ligas. Este pinareño ha sido el bateador cubano más consistente en Grandes Ligas. Jugó sus 15 temporadas con los Mellizos de Minnesota y en este equipo hizo historia, al ganar tres títulos de bateo (1964, 65 y 71), en cinco ocasiones lideró el departamento de hits conectados en la Liga Americana y en cuatro oportunidades fue el que más dobles conectó en una campaña. Finalizó su exitosa carrera con promedio ofensivo de 304, disparó 1917 hits, 220 jonrones e impulsó 947 carreras. Fue elegido Novato del Año en 1964, ganó el Guante de Oro como jardinero derecho en 1966 y participó en 8 Juegos de Estrellas.

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