Parecía que la mágica temporada de uno de los equipos de fútbol más seguidos en Cuba terminaría con un inesperado revés en la final del Mundial de clubes; pero una vez más el Barcelona español combinó el enorme talento de sus jugadores, con lo que algunos llaman la “suerte del campeón” y los azulgranas levantaron su sexto trofeo de la campaña, un récord imposible de superar.
Nunca antes en la historia del fútbol un club había ganado todos los torneos en los que intervino en una temporada. Obtener al menos dos títulos en un año luce como un excelente logro para cualquier selección, ¿qué decir de seis? Impresionante. El extenso palmarés del Barcelona aumentó con las conquistas de la Liga de campeones, la Liga española, la Copa del rey, la Súper copa de España y de Europa y el Mundial de clubes.
De las seis coronas probablemente la más disfrutada haya sido la tercera conquista de la Liga de campeones. No por gusto la mayoría considera a este evento como el más fuerte que se juega en el mundo y también el que más dinero reparte.
Los azulgranas tuvieron un poco de suerte en Liga porque en su encuentro semifinal contra el Chelsea iban debajo en el marcador y apenas quedaba un minuto en el reloj. En ese momento apareció un gol salvador de Andrés Iniesta que desató una euforia colectiva pocas veces vista…y una ira generalizada en Londres contra el árbitro, al que varios jugadores culparon por el revés.
Si el triunfo en Europa fue complejo, con anotaciones en la final frente al Manchester United de los dos principales goleadores del equipo en la temporada, Lionel Messi y el camerunés Samuel Eto’o, en la llamada “Liga de las estrellas”, el Barcelona levantó su decimonovena Copa sin grandes problemas.
En total los dirigidos por Guardiola obtuvieron 87 puntos, nueve por delante de sus archirivales del Real Madrid y marcaron la cifra récord de 105 goles; mientras Eto’o, quien jugó sus últimos minutos con el uniforme azulgrana, quedó segundo en la clasificación de máximos anotadores, 30, muy cerca del “pichichi”, Diego Forlán.
Además, el Barcelona triunfó en la Copa del rey, con una goleada sobre el Athletic de Bilbao y más tarde venció en la Súper copa de España y también en la de Europa.
Después de un año muy intenso, faltaba un único reto para los azulgranas: el Mundial de clubes, un torneo que sustituyó a la Copa intercontinental. En el nuevo formato de la competición los organizadores invitan a los titulares de las distintas confederaciones; aunque los monarcas de la Liga de campeones y la Copa libertadores tienen asegurado un puesto en las semifinales.
Barcelona comenzó debajo su duelo frente al Atlante mexicano; pero, y esta ha sido una característica esencial para entender el éxito de los azulgranas en 2009, supieron venir de atrás y marcaron tres goles, uno de ellos muy especial, pues la anotación de Pedro Rodríguez le permitió inscribir su nombre en el libro de récords, ya que nunca antes un jugador de fútbol había marcado un gol en todos los eventos posibles de su equipo en la misma temporada.
Algunas horas más tarde se vivió una situación similar; sin embargo, el rival fue uno más fuerte: Estudiantes de La Plata, de Argentina. Los millones de fanáticos— no solo en España— del Barcelona veían con desespero cómo pasaban los minutos y los sudamericanos mantenían una mínima ventaja. Entonces, con solo segundos en el reloj, Pedro aprovechó un desliz de la defensa rival y con un cabezazo llevó el balón al fondo de la red argentina.
Esta acción forzó la prórroga y aquí apareció—no podía ser de otra forma— el mejor jugador del mundo en 2009: Lionel Messi. Con muy poco espacio, el habilidoso futbolista bajó la pelota con el pecho y marcó el gol de la victoria. Luego del pitazo final, Pep Guardiola se llevó las manos al rostro para ocultar las lágrimas, contenidas durante tanto tiempo: seis títulos en menos de doce meses, la mejor actuación en la historia protagonizada por un club y todo esto de la mano de un director debutante.
Sobre las posibles claves para entender el éxito del Barcelona se ha escrito muchísimo. La mayoría prefiere alabar el juego ofensivo que caracteriza al equipo. Los “ingenieros” del ataque, Xavi Hernández y Andrés Iniesta sin dudas son muy completos y si a esto se agrega que el trío de Messi, junto a Thierry Henry e Ibrahimovic—antes Eto’o—es muy difícil de detener, se comprende la gran cantidad de goles que han recibido los rivales azulgranas.
Aunque se habla muy poco sobre el sistema defensivo del Barcelona, este también ha sido fundamental. La incorporación del brasileño Danni Alves reforzó a la zaga y no por gusto el portero Víctor Valdés apenas recibió 35 goles en la Liga española. El capitán Puyol, Rafael Márquez, Gerad Piqué, Abidal y Yayá Toure jugaron un rol extraordinario en la conquista de las seis coronas.
El Barcelona es uno de los grandes orgullos de Cataluña; no obstante, el club tiene en su plantilla a jugadores africanos, latinoamericanos y de varias naciones europeas. Tal vez esta diversidad sea una de las razones que explique los festejos en múltiples sitios del orbe por los continuos triunfos del Barca, uno de los equipos más destacados en la centenaria historia del fútbol, no solo por su temporada perfecta.
Publicado en Cubasí