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Consejos para crear una rutina deportiva

Quizás llevas un tiempo planteándote que te gustaría llegar a realizar esa práctica regular de ejercicio, pero no logras autoimponerte esa rutina. El secreto está en adquirir algunos buenos hábitos paso a paso.

Los mejores consejos para la práctica completa de ejercicio los puedes encontrar en https://dosdelfines.es . Pero si aún necesitas algo más para partir de una base, te vamos a plantear algunas cosas que necesitas saber.

El primer paso que no puede faltar y en el que mucha gente falla es el del calentamiento. No se puede comenzar a trabajar en frío. Gana más importancia aún si se arrastra algún tipo de lesión. Hay que dedicar entre 5 y 15 minutos a calentar. Pueden ser ejercicios de amplitud de movimiento, de resistencia o de fortalecimiento. Lo ideal es caminar despacio y seguidamente mover cada articulación hasta el límite máximo de su rango sin llegar al dolor, para un estiramiento beneficioso.

Estar preparado

No es necesario comprar las mejores zapatillas, ropa de grandes marcas y todo tipo de material deportivo realizando una gran inversión. Pero sí que hay que dedicar algo de dinero en un material que sea específico para la práctica deportiva. Las prendas tienen que ser holgadas para que sean cómodas durante el ejercicio. Y aunque parezca obvio, no siempre nos acordamos de llevar varias capas de ropa para adaptarse a los diferentes cambios de temperatura.

Las zapatillas de deporte no son cualquier calzado que tenga estilo deportivo, y esto es muy importante. La suela ha de ser sobre todo antideslizante y amortiguadora.

Algo esencial también es llevar siempre líquidos. Hay que hidratarse antes y durante el ejercicio. Se debe tener una botella siempre a mano e hidratarse constantemente.

Iniciarse en el ejercicio

Tiene que ser algo gradual, que requiere semanas. Es normal tener algo de dolor tras el ejercicio, pero también puede ser un síntoma de que se está forzando más de los necesario. Si la molestia dura más de dos horas, es que hay que disminuir el número de repeticiones o la intensidad la próxima vez. Pero no por ello hay que parar. Para lograr esa rutina hay que seguir sin pausa , aunque si se precisa por ese dolor, bajar el ritmo de repeticiones hasta mejorar y que se elimine.

Comenzando el ejercicio

Durante la práctica hemos de tomarnos nuestro tiempo, sin pausa para que los músculos se acostumbren a trabajar pero sin prisa. Es mejor realizar cada ejercicio completo y a un ritmo más lento.

La respiración es importante. Al principio cuesta, pero es de ese tipo de cosas que se convierten en rutina con la práctica. No hay que olvidarse de mantener un ritmo de respiración. Además, hay que estar atento a los signos de alerta e interrumpir la sesión si se percibe un dolor más agudo de lo normal.

Después de la práctica

Del mismo modo en que el comienzo del entrenamiento ha sido paulatino, la retirada también lo es. El enfriamiento también tiene su protocolo porque se reducen las posibilidades de lesión. Basta por ejemplo con repetir los mismos sencillos movimientos que se realizaron en el calentamiento y también se le deben dedicar al menos cinco minutos, ya que de esta manera estiramos los músculos de nuevo para evitar rigidez o sobrecarga de los mismos.

Cuál es la clave para no desistir

Hay que mantener una actitud positiva y tener muy claro que los resultados no aparecen de un día para otro. Lo importante al principio es que se vea una progresión e ir un paso adelante progresivamente. Y el ritmo deseado terminará llegando. Si se convierte en una cotidianeidad, alcanzaremos el objetivo. Si un día nos sentimos menos motivados sólo hay que acortar la sesión pero lo importante es mantener la rutina.

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