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Grandes Ligas y la marihuana: So what we smoke weed

So what we get drunk / So what we smoke weed / We’re just having fun / We don’t care who sees cantan Snoop Dog y Whiz Khalifa en el tema “Young, Wild & Free. Grandes Ligas ha optado por seguir al pie de la letra la “recomendación” de estos campeones olímpicos del cannabis. En un contexto donde, supuestamente, las organizaciones deportivas tratan de adoptar medidas más estrictas en contra del uso de sustancias que incidan en los resultados de los atletas, pues MLB ha decidido que el consumo de la marihuana por parte de los jugadores dejará de ser ilegal, a partir de la temporada 2020. Este despropósito solo puede haber surgido después de fumar hierba de la buena.

Hasta ahora, las pruebas antidoping que realizaba Grandes Ligas tenían un alcance muy limitado, ya que solo se centraban en buscar sustancias que mejoraran el rendimiento y estimulantes prohibidos. La muerte del lanzador de los Angelinos, Tyler Skaggs, en la habitación de su hotel, por una mezcla tóxica de alcohol y fentanilo y oxicodona, colocó sobre la mesa de debate la ampliación del alcance de las pruebas.

El nuevo acuerdo logrado entre el Sindicato de Jugadores y MLB establece que, en los análisis de sangre y orina, se buscarán los opioides, el fentanilo, la cocaína y el tetrahidrocannabinol sintético (THC). Esto, sin dudas, es para aplaudir. Lo que sí resulta incomprensible es que aquellos peloteros que resulten positivos no sean castigados, sino que serán tratados de la misma manera que los que afrontan problemas con el alcohol, es decir, remisión a evaluación obligatoria y tratamiento voluntario. Solo en caso de negarse a ese “tratamiento voluntario” recibirían una sanción.

Además, las 30 franquicias y sus sucursales tendrán la posibilidad de administrar a sus peloteros “derivados de marihuana”, para “ayudarlos a lidiar con el dolor”.

Según Tony Clark, presidente del Sindicato de Jugadores, el alcance del uso de opioides entre los jugadores era «difícil de medir». El sindicato concluyó que no era necesariamente una prioridad realizar un censo, sino aportar una posición de liderazgo en las conversaciones.

“Es nuestra esperanza colectiva que este acuerdo ayude a aumentar la conciencia pública sobre los riesgos y peligros de los medicamentos opioides”, destacó el comisionado adjunto de béisbol Dan Halem. Si ese era el mensaje que se quería enviar, ¿por qué no castigar, donde más duele, es decir, en partidos de suspensión sin cobrar, a aquellos que den positivo en los análisis?

Esta posición de Grandes Ligas contrasta enormemente con lo que establece la Agencia Mundial de Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) que continúa incluyendo a la marihuana en la lista de sustancias prohibidas. Por tanto, aquí tenemos una contradicción: un pelotero que juegue en el béisbol organizado de Estados Unidos y que asista a torneos donde se aplique el reglamento de la WADA (Premier 12 o Juegos Olímpicos, ya que el Clásico Mundial se rige por lo que establece MLB) puede ser sancionado con dos años por consumo de marihuana; mientras que, en su liga, por el mismo hecho, solo tendría que asistir a un programa de tratamiento.

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