El camino al Súper Bowl LIII, que acogerá Atlanta, pasará por Nueva Orleans y Kansas City, los dos equipos con mejor récord en cada Conferencia. ¿Son los favoritos para llegar al partido más esperado del año? Tal vez los Santos tengan esa etiqueta en la Nacional, pero en la Americana el escenario luce todavía más complicado.
La última semana del calendario regular de la NFL dejó sin aliento a los fanáticos de los Vikingos de Minnesota y los Titanes de Tennessee, ya que ambas selecciones quedaron eliminadas de los playoff, al perder en partidos de vida o muerte. Antes de que se moviera el ovoide, en septiembre, los Vikingos fueron considerados entre los grandes favoritos de la Nacional. El enorme contrato que le dieron a Kirk Cousins ahora parece todavía un error más claro, porque lo cierto fue que el mariscal de campo no pudo convertirse en el líder de una línea ofensiva muy talentosa. La desilusión quizás sea menor en Tennessee, pues pocos esperaban que ese equipo llegara al último desafío con opciones de ganar el Sur.
En Pittsburgh elevaron todo tipo de plegarias a los Browns de Cleveland y en los segundos finales del desafío contra los Cuervos de Baltimore parecía que la suerte volvería a sonreírle a los Acereros; sin embargo, el mariscal novato Baker Mayfield fue interceptado en territorio de gol de campo y así acabó la campaña para los Acereros. El culebrón de Le´Veo Bell y la incapacidad de ganar partidos cerrados hundió las aspiraciones de mi equipo favorito en la Americana.
RUMBO AL SÚPER BOWL LIII
En la Conferencia Americana, los Jefes de Kansas City ganaron la división y garantizaron el mejor récord (12-4); mientras, los Patriotas de Nueva Inglaterra también aseguraron el descanso en la primera semana de playoff.
En los partidos de comodines, los Colts de Indianápolis viajarán a Houston, para enfrentar a los Texans. Andrew Luck sin dudas ganará el premio al mejor regreso del año y la victoria en el Sur de los Colts probablemente haya sido la mayor sorpresa de la NFL esta temporada; pero no creo que ese equipo tenga opciones frente a los Texans.
Los Cuervos siempre agradecerán la intercepción de C.J. Mosley, porque estuvieron muy cerca de perder ante los Browns. Su título en el Norte también fue una gran sorpresa y ahora recibirán a los Chargers de Los Ángeles, el equipo más en forma de la Americana. No es difícil pronosticar al posible vencedor de ese duelo.
En la Nacional, los Santos cayeron el último día, pero ya habían asegurado el primer puesto de la Conferencia. Los Rams enviaron un mensaje muy fuerte y aseguraron el segundo lugar y el muy importante descanso en la semana de comodines. Su destino en los playoff dependerá del estado de la rodilla de Todd Gurley, por mucho el mejor corredor de la NFL.
Si los Colts fueron la sorpresa en la Americana, en la Nacional ese premio es para los Osos de Chicago. Este equipo llegará en un gran momento a los playoff y no creo que tenga problemas para superar a las Águilas de Filadelfia. Los actuales campeones se subieron en el último vagón, tras ganar tres desafíos consecutivos, en los que Nick Foles asumió la titularidad ante la lesión de Carson Wentz. El año pasado sucedió al parecido y las Águilas triunfaron en el Súper Bowl, pero esos milagros solo ocurren una vez en un siglo. De cualquier forma, para las Águilas el solo hecho de jugar al menos un desafío de playoff es un gran logro, si tenemos en cuenta todos los problemas con las lesiones de jugadores claves.
El otro partido de comodines tal vez sea el de pronóstico más reservado. Los Cowboys de Dallas finalizaron en gran forma y recibirán en su estadio a los Halcones Marinos de Seattle. El récord en playoff del coach Jason Garret es para llorar y Dak Prescott no termina de madurar. En Seattle confían tanto en su extrovertido coach Pete Carroll que le dieron 33 millones de dólares hasta 2021.
Carroll es un viejo zorro, con un anillo de Súper Bowl (casi dos, sino hubiera sido por su pésima decisión en los segundos conclusivos, frente a Nueva Inglaterra) y que este año logró rearmar al equipo, tras las salidas del Michael Benett, Richard Sherman, Kam Chancellor y Cliff Avril. Adiós a la “generación del Boom”, pero en Seattle encontraron talento en los hermanos Griffin. Rusell Wilson destrozará a los Cowboys.