Dos impresionantes marcas mundiales, tres títulos y su extrovertida personalidad convirtieron al jamaiquino Usain Bolt en la gran estrella de la duodécima edición del Mundial de atletismo que tuvo como sede a Berlín y donde la delegación cubana mejoró notablemente su actuación de 2007; aunque solo hubo un título y el vallista Dayron Robles se retiró del evento con una preocupante lesión.
Bolt asombró a todos en la Olimpiada de Beijing cuando impuso tres récords en los 100 y 200 metros y como parte del relevo corto de su país. El caribeño pudo rebajar en aquellas carreras algunos segundos más, porque entró prácticamente caminando en la meta, sin esforzarse al máximo. La gran pregunta parecía ser ¿hasta dónde podría descender Bolt?
La respuesta a la interrogante tardó solo un año. En la ciudad alemana Usain Bolt protagonizó dos carreras inolvidables y en ambas rompió sus propias marcas en once centésimas: 9,58 segundos en los 100 y 19,19 segundos en los 200 metros. Increíble. Bolt hará trabajar más a los investigadores y los estudios biométricos sobre los límites físicos de los seres humanos han quedado, definitivamente, redefinidos.
No obstante, muchos esperaron con impaciencia los resultados de las pruebas antidoping de Bolt. Las dudas sobre su “limpieza” persistían y este es el triste resultado ante tantas desilusiones vividas con anterioridad, desde Ben Johnson hasta Tim Montgomery. Nada apareció en sus análisis. Por ahora, se atreven a decir algunos.
Las brillantes actuaciones de Bolt lideraron a la delegación jamaicana que una vez más fue mejor que la norteamericana en la velocidad. En la cita mundial de Osaka, en 2007, los estadounidenses ganaron diez títulos en estas modalidades; sin embargo, ese dominio terminó en Beijing donde los caribeños reclamaron el liderazgo que acaban de confirmar en Berlín.
Para Cuba el Mundial alemán pudiera considerarse como una prueba en la que se alcanzaron muy buenas calificaciones; aunque varios atletas quedaron por debajo de lo esperado y la lesión de la principal estrella, Dayron Robles, alarmó a los seguidores del atletismo en la Isla.
En Berlín los cubanos ganaron seis medallas, divididas en una de oro, cuatro de plata y una de bronce; mientras, en 2007, solo lograron tres. Ahora tuvimos a once finalistas y el acumulado de puntos fue mayor, 51, por 43 dos años atrás.
Una vez más la única titular cubana fue la saltadora de triple Yargeris Savigne. La guantanamera olvidó los malos momentos de Beijing, donde quedó fuera del podio, y con un salto de 14,97 metros mereció su segunda corona mundial. Varios especialistas señalaron que los saltos quedaron lejos de las mejores marcas y que faltó la titular olímpica, la camerunesa Francoise Mbango.
Cierto; pero ninguno de estos comentarios le resta méritos al triunfo de Savigne, la saltadora más estable a lo largo de toda la temporada. Detrás de ella se ubicó otra cubana, Mabel Gay, en lo que constituyó el mejor resultado de su vida.
Los restantes tres medallistas plateados por Cuba fueron Yarelis Barrios, en el lanzamiento del disco; Guillermo Martínez, en la jabalina, y Leonel Suárez, en el decatlón quien llegó como líder del ranking mundial; sin embargo, no estuvo bien el primer día de competencia y la ventaja que tomó el norteamericano Trey Hardee no pudo ser descontada. De cualquier forma, la plata mejora el bronce de Suárez en Beijing.
Yarelis Barrios terminó tercera en Osaka; luego se supo que la rusa Darya Pishchalnikova estaba dopada, así que cambió el color de la medalla. Algo similar ocurrió en la capital china. En Berlín, la fornida muchacha, de 26 años, logró su mejor disparo del año y obtuvo su segunda plata mundial.
La gran sorpresa la protagonizó Guillermo Martínez. Ya desde la ronda clasificatoria mostró estar en una excelente forma; pero muy pocos esperaban que lanzara la jabalina hasta los 86,41 metros, con los que garantizó el segundo puesto.
El bronce cubano llegó en el último salto del triplista Alexis Copello y aunque se mantuvo la tradición de tener a un representante en el podio, sí se esperaba más de Arnie David Giralt y de Yoandri Betanzos, una de las decepciones de la delegación, pues ni siquiera avanzó a la final.
La lesión del vallista Dayron Robles, recordista mundial y campeón olímpico, merece un análisis más profundo. Él era el principal favorito al título y sus resultados en los múltiples mítines atléticos europeos en los que compitió antes del Mundial confirmaron el pronóstico. Dayron parecía recuperado de la lesión sufrida después de Beijing. Al menos eso creímos muchos. Gran error.
Robles apenas clasificó a la semifinal; sin embargo, se presentó a la siguiente carrera y no logró pasar de la tercera valla. Ante el hecho surgen varias preguntas. Si estaba lesionado, ¿por qué mantenerlo en el torneo? Las imágenes del cubano, asistido por dos personas, mientras se retiraba a la enfermería, no son reconfortantes. Si, como declaró su entrenador Santiago Antúnez, es la misma lesión, ¿no hubiera sido preferible reservar las energías de Dayron para el Mundial y no exponerlo en competencias intrascendentes?
El mejor vallista del mundo—nadie lo discute—necesita un descanso, esta vez un poco más prolongado para garantizar un regreso a las pistas verdaderamente triunfal.
En Berlín, Usain Bolt “voló” sobre la pista, redefinió los límites humanos en la velocidad y fue la gran figura—para alegría de la firma Puma, su principal patrocinador—de un Mundial donde, una vez más, abundaron los cambios de nacionalidad y el dopaje, afortunadamente, apareció en muy pocas ocasiones.
Publicado en Cubasí
Por ahí anda el video en el que los comentaristas dicen, más o menos: Dyaron dice que está mal y la Delegación que está bien. ¿Cuáles habrán sido las motivaciones de «la Delegación» para enviar a Dayron a un carrera que casi seguramente perdería?
Con la salud de Dayron hubo tantas versiones… Primero él dice que estaba lesionado, luego de su desastroso 13,67 en cuartos de finales; luego, ese mismo día, su entrenador Santiago Antúnez aclara que «no está lesionado». Pero era claramente visible que no corrió bien. Yo esperaba que no se presentara a la semifinal pq el riesgo a que la lesión se complicara parecía grande. Lo hizo, al igual que Liu Xiang en Beijing y pasó lo que todos sabemos… no pudo pasar de la tercera valla y se resintió la lesión. Entonces todos reconocieron que él estaba lesionado. En fin, esos «silencios» sobre el estado de salud de los atletas no pueden ser beneficiosos. Si el Mundial era la competencia más importante del año (no solo por los 50 mil dólares en premio al campeón), ¿por qué no preservar a Dayron? Lo expusieron en varios mítines atléticos, que ganó con comodidad, pero más tarde, en Berlín, no pudo completar.
Mi criterio sobre Usain pueden leerlo en mi blog, con perdón del Migue por esta frescura publicitaria, pero espero que Dayron haya aprendido una lección más dorada que cualquier medalla: primero gana y después regala…
A veces pienso que Dayron no soportó que Usain le robara el show en Berlín, y por eso insistió en correr pese a que hizo el peor tiempo de la clasificación…
Me gustaría creer que Dayron va a replantearse sus ínfulas, su ostentación reguettonera y su arrogancia: confieso que me choca tanta cadena y tanta pantalla cuando se es representante y deudor de un pueblo que, por encima de cualquier consigna o «chealdad», es humilde… ¿Quién se cree? ¿50 Cents? ¿Daddy Yankee?
Parafraseando al Maestro, el que lleva mucho dentro no necesita mucho fuera, o algo así…
Ojalá Dayron se recupere bien, rompa su record y sea un prodigio más dominante que Bolt incluso, pero ojalá lo haga sin olvidar que el cubano puede ser todo, menos un «pesao»…
Charly ! Me alegro por tu comentario en el blog, ya agregué el tuyo a mi lista. Yo espero también que Dayron Robles se recupere, que no hayan más declaraciones tan diferentes entre Dayron y su entrenador Antúnez (ahora resulta que está bien, que solo fue un «desgarre muscular», realmente no entiendo).