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Patriotas vs. Águilas: un Súper Bowl entre líderes

Antes de que arrancaran las Finales de Conferencia en la NFL, no pocos pensábamos que el duelo entre Patriotas y Jaguares sería un paseo y Tom Brady tendría casi seguro su décimo boleto al Súper Bowl; mientras, las Águilas y los Vikingos protagonizarían un cerrado partido, en pos del ansiado boleto a la discusión del campeonato. El terreno mostró una realidad totalmente diferente.

En Foxboro, los Jaguares de Jacksonville estuvieron muy cerca de completar una hazaña. La mejor defensa de la AFC se encargó de controlar a Brady y, del otro lado, Blake Bortles jugó de manera precisa para tomar ventaja de 14-10. Quedaban 50 segundos por jugar antes del medio tiempo y los Jags tenían el balón y tres tiempos fuera por pedir. ¿Qué indicaba la lógica? Aprovechar ese tiempo para tratar de llevar más puntos a la pizarra. El coach Doug Marrone tuvo una idea diferente y le indicó a su mariscal que colocara rodilla en tierra. Probablemente no comprendió que, a partir de ese momento, comenzó a perder el partido.

No obstante, los Jags anotaron dos goles de campo más y tomaron una importante ventaja de 20-10. Entonces llegamos al cuarto final y este fue el momento, como tantas otras veces, que apareció la magia de Brady. Creo que la jugada decisiva llegó con 10:49 por jugar. Los Pats estaban en su propia yarda 25 y enfrentaban una tercera oportunidad y 18 yardas para completar el down. Si los Jags hubieran impedido una gran jugadada aquí, habrían recuperado el ovoide; pero…Brady completó un formidable pase a Danny Amendola (sin dudas, el hombre del partido) y mantuvo vivo el drive. Dos minutos más tarde, el mariscal volvió a conectar con Amendola para acercar el marcador 20-17.

Esto dio vida a los Pats que, tras intercambiar punts, recibieron el ovoide, con cinco minutos en el reloj, en una formidable posición en el terreno. El resto es historia: con sangre fría y un vendaje negro sobre los puntos recibidos en su mano herida, Brady lanzó un pase hasta el final de la zona de anotación donde Amendola (no precisamente uno de los receptores abiertos de más estatura) se estiró todo lo que pudo e hizo una gran recepción para darle ventaja a su equipo. El suspenso se mantuvo hasta los segundos conclusivos, cuando Bortles hizo un peligroso pase largo…y Stephen Gillmore dio un acrobático salto para impedir que el ovoide llegara a las manos del receptor. Los Pats jugarán su décimo Súper Bowl en la era de Brady-Bill Belichick.

PESADILLA VIKINGA

Los Vikingos de Minnesota llegaron como grandes favoritos para ganar la Conferencia Nacional y jugar, por primera vez en la historia de la NFL, un Súper Bowl como local. La mejor defensa de la NFL ya había lucido mal ante los Santos de Nueva Orleans, la semana anterior; pero los fanáticos de Minnesota, amparados en la milagrosa victoria, gracias a la inolvidable recepción de Stefon Diggs, esperaban que sus jugadores detuvieran a la ofensiva de las Águilas de Filadelfia.

El partido empezó de la mejor forma para los Vikingos. El fácil TD mostró que el equipo venía inspirado, pero, entonces, Case Keenum lanzó una intercepción, que fue devuelta para TD por Patrick Robinson y el «momento» cambió por completo. La defensa de los Vikingos lució horrible y fue incapaz de detener a Nick Foles quien logró 352 yardas y 3 TD. De repente, la Final de la NFC, que esperábamos fuera muy reñida, se convirtió en un espectáculo aburrido.

SÚPER BOWL LII
Trece años atrás, en Jacksonville, los Patriotas y las Águilas se enfrentaron en el Súper Bowl XXXIX. Ganaron los Pats, por 24-21, y Brady lanzó 2 TD. Él es el único jugador que estuvo en aquel triunfo y que ahora viajará a Minnesota para consolidar su leyenda como el mejor de todos los tiempos.

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