Michel Enríquez puede ser considerado como uno de los mejores peloteros cubanos en las casi seis décadas de historia de las Series Nacionales. El icónico número 12, que ha jugado siempre con la Isla de la Juventud, lo ha ganado todo con la selección nacional cubana (tres títulos mundiales, corona olímpica en Atenas, plata en el Clásico Mundial). Pero Michel, como todos, envejece y sabe que el futuro de los atletas retirados es poco promisorio. Entonces decide que vale la pena hacer, por su cuenta, un último esfuerzo. Logra un contrato en México. No uno millonario, aunque contrato al fin; pero…en este movimiento Cubadeportes no fue el “agente autorizado”. Pecado burocrático.
Ahora, Michel Enríquez se encuentra ante un escenario que luce (y es) ridículo: como “pecó”, no puede formar parte del equipo de la Isla de la Juventud que intervendrá en la 57 edición de la Serie Nacional. El jugador “violó lo establecido en los contratos para los peloteros cubanos que deben hacerlos por CubaDeportes o por la Federación Cubana de Béisbol, de ahí que como es un contrato personal no puede participar en la Serie Nacional.”
De acuerdo con la rigidez de los que siguen hundiendo lo poco que queda del béisbol cubano, Michel Enríquez “violó lo establecido”. Michel Enríquez quiere jugar en la Serie Nacional y no lo dejan. Michel, de seguro, no entiende. Yo tampoco.