La influencia latina en el deporte profesional de Estados Unidos es muy visible no solo en los campos de juego, sino también desde las oficinas ejecutivas, la directiva de equipos y las cabinas de transmisión. Les propongo acercarnos a cinco personalidades que, en la actualidad, desde roles diferentes, enriquecen el legado latino en territorio estadounidense.
ARTURO “ART” MORENO, EL MILLONARIO PROPIETARIO DE LOS ANGELINOS EN LA MLB
Este multimillonario es el primer mexicano-estadounidense en ser dueño de una franquicia de las Grandes Ligas. En 2003 compró los entonces Angelinos de Anaheim, que juegan en el Oeste de la Liga Americana y, años más tarde, los renombró como Los Ángeles Angels de Anaheim.
Moreno nació en Arizona, en el seno de una familia mexicana-estadounidense, donde resaltaba su abuelo, quien fue el fundador del primer periódico en español en Tucson. Moreno peleó en la guerra de Vietnam y, a su regreso, tras obtener el título universitario, se dedicó al negocio de la publicidad, con su empresa Outdoor Advertising. Aquí le fue bien, porque en 1998 logró vender dicha empresa en más de ocho mil millones de dólares.
El béisbol es su principal pasión deportiva. Esto lo llevó a comprar, en 1986, un equipo de ligas menores, Salt Lake Trappers, que luego vendió en 1992. Durante mucho tiempo trató de adquirir una franquicia de Grandes Ligas. Primero intentó con el entonces muy joven equipo de expansión, Cascabeles de Arizona, pero no pudo finalizar el trato. Después se enfocó en los Angelinos que pertenecían a The Walt Disney Company. Para convencer a los propietarios, Moreno desembolsó 180 millones de dólares. Más de una década después de esa operación, los Angelinos tienen un valor tres veces superior a la cantidad pagada por Moreno en 2003.
RAFAEL “FELO” RAMÍREZ, UNA LEYENDA DE LA NARRACIÓN DEPORTIVA
Ningún otro latino ha narrado más partidos de béisbol que el cubano Rafael “Felo” Ramírez, quien es miembro del Salón de la Fama de Cooperstown. A sus 93 años, este icónico narrador, considerado la voz oficial de los Miami Marlins de las Grandes Ligas, sigue activo y confiesa que, si se aleja del micrófono, no es feliz.
“Felo” comenzó su vida como comentarista de béisbol en su natal Cuba, en 1945, con solo 22 años. Su voz y conocimientos de este deporte le abrieron rápidamente el camino en ese país. Ramírez transmitió el primer partido efectuado en el Gran Estadio del Cerro, en La Habana, la principal instalación deportivo de Cuba, que ya cumplió 70 años. Hasta 1959, “Felo” narró los partidos de la Liga profesional cubana y las Series del Caribe.
Después, “Felo” se radicó en Puerto Rico y en las siguientes décadas transmitió los desafíos de grandes equipos de ese país y de Venezuela, como Cangrejeros de Santurce, Senadores de San Juan, Tigres de Aragua y Navegantes de Magallanes. Además, formó dupla con otro grande de los micrófonos, Buck Canel, con quien compartió el programa “Cabalgata deportiva Gillete”, que se transmitía en varios países latinoamericanos.
Ramírez ha transmitido para Latinoamérica docenas de Series Mundiales y Juegos de las Estrellas. Su voz ha quedado asociada a grandes momentos de las Mayores, como el juego perfecto que lanzó Don Larsen, con los Yankees de Nueva York, en el Clásico de Otoño de 1956, el jit 3000 del boricua Roberto Clemente y el jonrón 715 de Hank Aaron, con el que sobrepasó a Babe Ruth.
Desde la creación de los entonces Marlins de Florida, en 1993, “Felo” ha sido la voz oficial en español de ese equipo. Su inolvidable frase “están ganando los Marlins” se ha escuchado durante 23 temporadas consecutivas y este icónico narrador asegura que se mantendrá ante el micrófono “hasta que Dios quiera”.
MELVIN ROMAN, UN AGENTE DE PELOTEROS LATINOS
Uno de los mayores retos que enfrentan los peloteros latinos en Grandes Ligas es entender cómo funciona el negocio del béisbol en Estados Unidos. En este proceso de comprensión, que se complejiza más por el desconocimiento de muchos del idioma inglés, juega un rol fundamental el agente del atleta. Actualmente, uno de los agentes más reconocidos entre los jugadores latinos es el boricua Melvin Román, quien tiene su propia empresa, MDR Sports.
Román conoce bien el béisbol, sobre todo porque lo jugó y, aunque no llegó a las Mayores, sí estuvo en equipos de liga menor. Luego trabajó durante varios años en la firma estadounidense CSMG Sports de Chicago, hasta que decidió formar su propia agencia. Ahora representa a 65 peloteros y 29 de ellos ya juegan en las Grandes Ligas. Estos atletas provienen de Puerto Rico, Venezuela, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Cuba, México y Panamá.
El rol de Román, como agente, no se basa solo en obtener el mejor contrato posible para sus representados, sino también en asesorarlos en la inversión del dinero obtenido para que, una vez concluyan sus carreras deportivas, tengan estabilidad financiera.
Entre los atletas más famosos que maneja Román sobresale el boricua Yadier Molina, valorado como el mejor receptor defensivo de Grandes Ligas; también está el dominicano Jhonny Peralta y el cubano Brayan Peña.
RON RIVERA, EL SEGUNDO COACH LATINO EN UN SÚPER BOWL
Solo tres latinos han llegado a ser entrenadores principales de un equipo de la NFL. De ellos, dos lograron llevar a su selección hasta un Súper Bowl. De ellos, solo uno dirige actualmente en la liga profesional más seguida en Estados Unidos: Ron Rivera.
Con anterioridad, el legendario Tom Flores guió a los Raiders al título del Súper Bowl y también dirigió a los Seahawks; mientras, Tom Fears fue el coach principal de los New Orleans Saints entre 1967 y 1970.
Rivera, de 53 años, es hijo de padre boricua y madre mexicana-estadounidense. Hoy es uno de los latinos más influyentes en el deporte en Estados Unidos y en esto fue decisivo el formidable resultado que tuvieron las Panteras de Carolina, en la temporada 2015-16 de la NFL. Rivera condujo a esta franquicia, que tiene como líder al mariscal de campo Cam Newton, al título de la Conferencia Nacional. Luego, aunque salían como favoritos, las Panteras cayeron ante los Broncos de Denver, en el Súper Bowl 50, jugado en San Francisco y que constituyó el último partido de Peyton Manning.
Rivera lleva más de tres décadas en la NFL. Ganó un anillo de Súper Bowl como jugador de los Bears de Chicago, en 1985 y, tras su retiro, trabajó como asistente y coordinador ofensivo hasta recibir, en 2011, el nombramiento como entrenador principal.
Rivera sabe que es una persona con influencia sobre los latinos. En una entrevista a ESPN confesó: “me siento muy afortunado de que muchos latinos nos sigan a nosotros. Siempre me han apoyado y yo trato de llevar con orgullo esa responsabilidad. Estoy emocionado de representar mi herencia».
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