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La Serie Nacional en el recuerdo

Los Vaqueros de La Habana, justos campeones
Los Vaqueros de La Habana, justos campeones

Las imágenes de la celebración de los jugadores de La Habana tal vez no se olviden en un largo tiempo y para los fanáticos habaneros probablemente permanezcan por siempre en su memoria y con razón: por primera vez en la historia esa selección obtuvo el título de la Serie Nacional, quizás sin las complicaciones que muchos auguraban.

El play off final entre La Habana y Villa Clara prometía ser muy cerrado; sin embargo, concluyó en cinco desafíos y aunque la diferencia en tres juegos fue de apenas una carrera, lo cierto es que los habaneros lucieron superiores a sus rivales.

Los lanzadores habaneros, en especial los abridores, maniataron por completo a la ofensiva villaclareña y la postemporada sirvió para presentar a todo el país a un hombre que podría formar parte de la selección nacional en poco tiempo: Miguel Alfredo González. Cinco triunfos sin derrotas, un promedio de carreras limpias excepcional—1,18—, y más de 30 ponches (34) lo convirtieron en el jugador más útil de los play off. Además, el zurdo Yuliesky González y los derechos Yadier Pedroso y Jonder Martínez tampoco tuvieron problemas en dominar a sus contrarios.

El director Esteban Lombillo debutó al frente de La Habana en la temporada 2004-2005 y en aquella ocasión condujo a su equipo hasta la discusión del título. Allí perdieron ante Santiago de Cuba. Desde esa fecha los llamados “Vaqueros” habían clasificado siempre a los play off; pero les faltaba el empuje final. Ahora sucedió lo contrario: estuvieron debajo 1-2 contra Pinar del Río y ganaron tres partidos consecutivos; luego, ante Villa Clara, supieron mantener las ventajas—pequeñas—que lograron gracias a un oportuno bateo y a las carencias defensivas de sus rivales.

Para los seguidores de los campeones de la zona oriental el segundo lugar dejó sentimientos encontrados. Por un lado fue bien recibido ya que nadie contaba con una selección que tuvo serios problemas en la segunda parte del campeonato, clasificó como tercer lugar y en los play off fue capaz de vencer   al hasta entonces campeón, Santiago de Cuba, y al mejor equipo de la etapa clasificatoria, Ciego de Ávila. Por el otro lado, realmente se esperaba que contra La Habana los discípulos de Eduardo Martín Saura opusieran una mayor resistencia.

No pocos consideraron a los villaclareños con serias opciones al título nacional, un trofeo que les ha resultado esquivo desde los tiempos en que dirigía Pedro Jova; pero frente a La Habana se desvaneció el juego combativo mostrado hasta ese momento y hombres claves como Leonis Martín y Ariel Pestano estuvieron por debajo de sus posibilidades.

Después del increíble error de Ernesto Molinet que le permitió a Villa Clara ganar espectacularmente el cuarto desafío y romper la extensa racha de 17 derrotas en línea en partidos por el título, muchos confiaron en que los villaclareños tomarían “un segundo aire” y enfrentarían con mayor ímpetu al brillante cuerpo de lanzadores de La Habana. No sucedió así.

La 48 Serie ya forma parte de la historia y varios equipos y jugadores de seguro no olvidarán los últimos seis meses. Entre las mayores decepciones colectivas aparecen tres selecciones: Industriales, Las Tunas y Granma.

Los azules quedaron fuera de la postemporada por primera ocasión en el siglo XXI. El director debutante Germán Mesa tuvo un inicio muy complicado y no pudo estabilizar una alineación a lo largo del torneo, por múltiples razones; además, se vio obligado a introducir grandes cambios en el cuerpo de lanzadores. Los vacíos en las gradas del estadio Latinoamericano y las luces apagadas durante la postemporada indican que el béisbol capitalino necesita mejorar en varios aspectos.

Las Tunas había clasificado en las últimas dos campañas; sin embargo, quedó muy por debajo en la Serie recién concluida. El retiro ya confirmado de Osmani Urrutia, su bateador más consistente, sin dudas abrirá una fisura en la ofensiva tunera; mientras, los granmenses contaron con el dúo más productivo del evento: Yoenis Céspedes y Alfredo Despaigne dispararon entre los dos 56 cuadrangulares e impulsaron 173 carreras; no obstante, Granma finalizó en la decimoquinta posición.

Individualmente Alfredo Despaigne acaparó la mayor cantidad de titulares. Si en 2008 Alexei Bell asombró a todos con sus 31 jonrones y se pensaba que el nuevo récord podría estar vigente por un largo tiempo, en realidad se mantuvo solo durante un año, ya que Despaigne elevó la primacía hasta 32.

Junto al granmense sobresalió la tercera base de la Isla de la Juventud, Michel Enríquez. El versátil jugador ganó el título de bateo con 401 de average e impuso un récord en dobles, con 37.

Desde el montículo brilló el cerrador Vladimir García—aunque estuvo mal en la postemporada—con sus 25 juegos salvados, una cifra que igualó la marca nacional. El trabajo del relevista fue un factor fundamental en los 64 triunfos de Ciego de Ávila, récord para esa provincia.

En menos de seis meses comenzará la nueva Serie y a la ausencia de Urrutia pudiera sumarse la del lanzador más ganador de todos los tiempos en Cuba, Pedro Luis Lazo, quien se retiraría con 249 triunfos. ¿Reconsiderará su decisión Lazo? ¿Volverá Industriales a la postemporada sin utilizar a tantos peloteros de Metropolitanos? ¿Veremos a equipos diferentes en los play off? Demasiadas preguntas. Por el momento, los Vaqueros de La Habana disfrutan su inclusión en el libro de campeones de la pelota cubana.

Publicado en Cubasí

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