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¡Escándalo en el Mundial de ajedrez rápido: la FIDE expulsó a Magnus Carlsen!

La muy frágil relación entre la Federación internacional de ajedrez y el número 1 del planeta, el noruego Magnus Carlsen quedó totalmente rota de la manera más inesperada: por unos jeans.

En la segunda jornada del Campeonato mundial de ajedrez rápido, que se juega en Wall Street, el árbitro principal advirtió a Carlsen por llevar jeans. Esto contradecía la absurda reglamentación establecida por los organizadores que obligaba a los ajedrecistas a cumplir con un estricto código de vestimenta que prohibía, entre otras cosas, los jeans. Le sucedió anteriormente al ruso Ian Nepomniachtchi, por llevar zapatillas, pero este aceptó la multa de 200 dólares y cambió su indumentaria. En el caso de Carlsen el resultado fue diferente.

Tras concluir la octava ronda, Carlsen aclaró que no se cambiaría los jeans y, a partir de esto, los organizadores no le fijaron rival en la novena ronda, en otras palabras, lo expulsaron del torneo. Escándalo total. El reglamento es arcaico y debería cambiar de inmediato; pero los jugadores lo conocían de antemano y, como reglas al fin, se aplican por igual, sin importar su ELO, ni cuán abultada sea su cuenta bancaria. Por tanto, en la postura de Carlsen podemos encontrar lo que nunca le ha faltado: un súper ego.

Hasta la octava ronda, Carlsen no estaba teniendo un buen torneo. El primer día perdió una partida y en otras dos escapó milagrosamente con tablas. La situación mejoró algo en la segunda fecha; pero de cualquier forma tampoco estaba mostrando su máximo nivel. Por tanto, en su decisión de no participar en el venidero Mundial blitz podemos encontrar desde la frustración por su calidad en el juego hasta, sobre todo, su resentimiento hacia la FIDE.

Recordemos que Carlsen y Nakamura presionaron para que se llegara a un acuerdo entre la FIDE y el Club de ajedrez Free Style antes del Mundial de ajedrez rápido. Ahora, esta expulsión marca, así lo creo, la última vez que veremos al noruego en un torneo organizado por la FIDE, aunque ya sabemos que, al menos en los últimos dos años y esta tendencia deberá mantenerse, la inmensa mayoría de los eventos en los que interviene Carlsen son manejados por entidades privadas.

El Mundial de ajedrez rápido en Nueva York prometía ser un certamen histórico…y vaya si lo fue.

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