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Magnus Carlsen y Hans Niemann firman las tablas…por ahora

Un año atrás, Magnus Carlsen desató uno de los mayores escándalos en la historia del ajedrez contemporáneo: tras perder ante el estadounidense Hans Niemann decidió retirarse de la Copa Sinquefield, en San Luis y, luego, dejó entrever que su rival había hecho trampas en la partida.

La intensidad del conflicto aumentó rápidamente. La plataforma Chess.com, que había adquirido a Chess24.com, de la que Magnus era uno de sus accionistas principales, publicó un análisis en el que acusaba a Niemann de haber hecho trampas, en, al menos, 100 partidas online. Por tanto, lo expulsó del sitio.

La trama se complicó todavía más. Niemann se sintió “cancelado” del mundo ajedrecístico. Decidió contratacar, con una multimillonaria demanda en una corte federal de Estados Unidos, contra Carlsen, Hikaru Nakamura y Chess.com. Aquel mamotreto legal no prometía mucho.

Mientras, Niemann seguía jugando en cualquier torneo que lo invitara…que no eran muchos realmente. Sus defensores alegaban, creo que con razón, que no existía ninguna prueba que demostrara que el estadounidense había cometido fraude, en partidas presenciales. Las trampas online…bueno, esas sí fueron reales, pero solo durante su juventud. Digamos que le aplicaban aquello de que “si mientes frente a la computadora, mientes frente a la persona”. ¿Recuerdan aquella “teoría” que colocaba un vibrador en el trasero de Niemann y que le “indicaba” cuál era el movimiento correcto”?

En junio de este año, un juez dictaminó que la demanda legal de Niemann no tenía ni pies ni cabezas. No obstante, el estadounidense aseguró que apelaría. Pero, finalmente, llego la “paz”.

En un resultado que no vi venir (una negociación privada, dicen), Magnus Carlsen (Chess.com) y Hans Niemann firmaron las tablas y decidieron dejar atrás, al menos por ahora, sus diferencias.

Chess.com anunció, en un comunicado, que Niemann podría volver a jugar en los torneos organizados en la plataforma. Carlsen aseguró que no se opondría a enfrentar a Niemann, tablero o computadora de por medio, en un evento futuro; mientras, el tozudo Hans aceptó guardar en la gaveta la demanda. “Prefiero competir contra Magnus en el ajedrez, en el lugar de una corte”, aseveró Niemann.

Tablas. Y fueron felices y comieron perdices. Ojalá que para siempre. Pero no me compro este final…

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