El mundo del ajedrez está viviendo uno de los mayores escándalos del siglo XXI. El campeón mundial, Magnus Carlsen, cree que el GM estadounidense, de 19 años, Hans Moke Niemann, hizo trampas en su partida de la Copa Sinquefield; pero no ha mostrado ninguna prueba que muestre el supuesto engaño. Mientras, Niemann jura y perjura que, ciertamente, hizo trampas anteriormente, pero que ahora juega limpio y, por tanto, siente que Carlsen, Hikaru Nakamura y la plataforma Chess.com—que compró Chess24 e hizo al noruego todavía más rico—lo han colocado en el centro de una cacería de brujas.
Los hechos
En la tercera ronda de la Copa Sinquefield, último torneo del Grand Chess Tour, que repartió más de 300.000 dólares en premios, Niemann venció, con negras, a Carlsen. De esta forma rompió su cadena de 53 partidas consecutivas de ajedrez clásico sin inclinar su rey.
Al día siguiente, para sorpresa de todos, Carlsen decidió retirarse del evento. En un tuit, el noruego colocó un vídeo de José Mourinho, donde el portugués reconocía que, si hablaba, entraría en problemas.
En su canal en Twitch, Hikaru Nakamura arremetió contra Niemann y mencionó la posibilidad de que este hubiera hecho trampas.
El poco tiempo utilizado para reaccionar ante jugadas novedosas de Carlsen y las declaraciones posteriores de que había analizado esa apertura, el mismo día, no ayudaron al caso de Niemann.
«Por una especie de milagro, comprobé esa línea hoy mismo. No sé por qué, es algo ridículo pero fue así. Recordé 12…h6 y todo lo que venía después, que 13.Ae6 era muy bueno. No entiendo por qué lo miré, es ridículo».
Hans Moke Niemann
Los directivos del Club de ajedrez de San Luis, a partir de la cuarta ronda, decidieron transmitir las partidas con una demora de 15 minutos. Además, se mantuvieron los férreos controles para detectar cualquier dispositivo electrónico.
En entrevista concedida al GM Alejandro Ramírez, Niemann reconoció que había trampas online anteriormente; pero que sus resultados ahora eran totalmente legítimos. “Tramposo una vez, tramposo siempre”, pensaron no pocos.
Además, Niemann aseguró que no dejaría que Carlsen (al que llamó su ídolo), Nakamura, ni Chess.com destruyeran su reputación.
Chess.com cerró la cuenta del GM estadounidense en la plataforma y, luego, emitió un comunicado donde reconocía que se había puesto en contacto con Niemann para mostrarle que las trampas cometidas en Chess.com eran más de las que había reconocido públicamente en la entrevista.
Durante la Generation Cup Julius Baer, un evento online, Carlsen decidió rendirse apenas en la segunda jugada contra Niemann. Con esto creció, todavía más, la polémica alrededor del tema.
Los bandos
La polémica ha dividido al mundo del ajedrez en dos “bandos”. Por un lado, están los que creen en Carlsen fervorosamente. El campeón mundial no ha presentado ni una sola prueba. Al mismo tiempo, se ha cuidado mucho de emitir una declaración en la que realice una acusación directa. Esto solo indica que se basa en la teoría del “no tengo pruebas, pero tampoco dudas”.
Por el otro lado, varios jugadores de la súper elite, como el francés Maxime Vachier-Lagrave, han defendido a Niemann. Incluso, la leyenda del ajedrez, Garry Kasparov, apoyó al estadounidense. El apoyo también ha llegado desde personalidades mediáticas, como el prestigioso periodista Leontxo García.
El GM español Miguel Illescas analizó la partida de Niemann contra Carlsen y en los dos vídeos demuestra que no hay evidencias de trampas.
Las «teorías»
A río revuelto, ganancia de las conspiraciones. Una de las teorías más difundidas y que ha ayudado a los medios a recibir más clics en las “noticias” es que Niemann recibía ayuda de “bolas anales vibradoras”, indetectables por los escáneres. Supuestamente, un ayudante de Niemann seguía las partidas en una computadora, con un módulo de análisis. Luego, “transmitía” la mejor jugada a través de vibraciones que el estadounidense sentía en sus nalgas. Parece un meme, pero no lo es. Un tuit (ya eliminado) del magnate Elon Musk contribuyó a expandir esta absurda “teoría”.
Niemann, cancelado
Magnus Carlsen ha apostado por la “cultura de la cancelación”. Quizás nunca aparezca nada contundente contra Niemann, pero ha quedado “cancelado”. Es difícil oponerse a la mayor empresa ajedrecística del mundo (Chess.com) y al campeón mundial y líder durante más de una década del ranking.