Esta vez las amenazas se convirtieron en realidad. Magnus Carlsen decidió que no jugará el match por el título mundial de ajedrez ante Ian Nepomniachtchi, previsto para 2023. Anteriormente, otros campeones abdicaron su corona, por diferentes desavenencias, sobre todo con los organizadores; pero, ahora, el noruego sencillamente no se siente motivado para jugar. Por tanto, el nuevo campeón, el 17mo en la historia del ajedrez, saldrá del duelo entre el ruso Nepo y el chino Ding Liren.
Carlsen había dejado entrever que solo jugaría su sexto match por la corona ante un oponente que lo “motivara”. La lista parecía reducirse a solo uno: Alireza Firouzja. En el Torneo de Candidatos, celebrado en Madrid, el franco-iraní terminó muy lejos de las primeras posiciones (6to); mientras, Nepo ganó de manera convincente, dos rondas antes del final. En la fecha del adiós, Liren superó a Hikaru Nakamura y concluyó en la segunda plaza, tras una espectacular remontada, en la que triunfó en 4 de las 6 últimas partidas.
Durante ese Torneo, Carlsen sostuvo un encuentro con el presidente de la FIDE, Arkady Dvorkovich. Muchos especularon que aquella reunión podría llevar a una futura negociación que colocara a Carlsen en el próximo match. Ahora sabemos que, en realidad, el campeón le estaba comunicando al hombre que aspira a mantenerse al frente de la organización que abdicaba la corona.
Magnus siendo Carlsen anunció una decisión tan importante…a través de un podcast “El efecto Magnus”, de uno de sus patrocinadores Unibet. Allí aseveró:
“En última instancia, la conclusión es firme, una con la que me siento bastante cómodo, una en la que he pensado mucho durante mucho tiempo, diría más de un año, probablemente casi un año y medio, desde mucho antes del último. juego. Y he hablado con gente de mi equipo, he hablado con la FIDE, también hablé con Ian. Y la conclusión es, sí, es muy simple, que no estoy motivado para jugar otro match. Simplemente siento que no tengo mucho que ganar, particularmente no me gusta, y aunque estoy seguro de que un match sería interesante por razones históricas y todo eso, no tengo ninguna inclinación por jugar y, simplemente, no jugaré el match”.
En ese mismo podcast, Carlsen aseguró que no se retiraba del ajedrez, sino que seguiría con una amplia agenda de torneos, entre ellos la próxima Olimpiada, en Chennai, donde será el primer tablero de Noruega. Además, mantiene como gran reto alcanzar los 2900 puntos de coeficiente ELO.
Por último, Carlsen dijo que no descartaba del todo regresar a un match por el título mundial; pero que no veía ese paso en un futuro cercano.
¿Dónde nos deja la decisión de Carlsen? La FIDE tendrá a un nuevo campeón, que saldrá del duelo entre Nepo y Liren; pero para todos queda claro que Carlsen continúa siendo, con diferencia, el mejor jugador del planeta. ¿La abdicación de Carlsen le resta credibilidad al título de campeón mundial? Probablemente sí; pero ¿qué puede hacer la FIDE? Quizás ni siquiera una negociación sobre el cambio de formato hubiera convencido a Carlsen. El noruego siempre tuvo claro que tenía más que perder, que ganar. Esta vez, ni siquiera como buen jugador de poker que es, no estaba bluffing.