La marcha o caminata nórdica lleva algunos años conquistando a los españoles. Los motivos de la expansión de esta actividad física son, entre otros, su sencillez para practicarla, lo económico de su equipo y los muchos beneficios que ofrece.
El ejercicio de caminar a buen ritmo, apoyado en unos bastones parecidos a los utilizados habitualmente para esquiar, se llama marcha o caminata nórdica. A pesar de su sencillez, trabaja los músculos de la parte superior del cuerpo y también sirve para propulsar el sentido del avance, ejercitando prácticamente la totalidad del cuerpo. Los bastones, por tanto, son los elementos esenciales para practicar este ejercicio.
Como cabe suponer, la primera pregunta que cabe hacerse si se siente curiosidad por esta práctica es saber los precios de los bastones. Pues bien, aunque no son demasiado caros, el coste puede variar en dependencia del uso que se le quiera dar. Para principiantes, se recomiendan precios entre 20 y 30 euros.
Cómo practicar correctamente la marcha nórdica
Para recibir todos los beneficios saludables que ofrece esta actividad física es importante que el paso se realice correctamente. Siendo como es un tipo de ejercicio con cerca de un siglo de historia, ya que se originó en Finlandia en 1930 para que los esquiadores profesionales ganasen fondo, se ha estudiado exhaustivamente, optimizándose para sacarle todo el rendimiento posible.
Si se realiza correctamente, es decir, que en cada paso se vea involucrado absolutamente todo el cuerpo, es capaz de consumir hasta un 40 % más de energía que en una caminata normal sin ayuda de los bastones. Se trata de utilizar los bastones para dar el impulso hacia adelante con la intención de transmitir la fuerza que se realiza con el brazo al bastón, alargando la zancada y ganando amplitud en cada movimiento.
Es importante tener un buen control del bastón, para lo que la dragonera o empuñadura es fundamental. Deberá realizarse un uso dinámico de los bastones para que sea capaz de ejercitarse hasta el 90 % de la musculatura. Así mismo, es importante inclinarlo de forma adecuada cuando se apoya en el suelo al caminar. En cuanto al cuerpo, la cabeza debe propiciar que la barbilla quede paralela al suelo y las orejas se mantengan en línea con los hombros. Por último, se deberá llevar a cabo una rotación de la cintura escapular, es decir, la parte de la clavícula y la pelvis en cada movimiento.
Lógicamente, la intensidad puede variar, adaptándose a cada persona y a la capacidad de ejercicio que quiera o pueda llevar a cabo. Puede ser suave, para aquellas personas que puedan sufrir con las articulaciones, o enérgica, para las que se mantengan en buena forma. En definitiva, no importa el estado físico ni la edad que tenga su practicante y se puede realizar en cualquier espacio al aire libre.
Como se ha dicho, se adapta fácilmente a lo que cada caminante decida, paseos cortos y suaves para gente con problemas de movilidad o caminatas largas y enérgicas para ponerse o mantenerse en forma. Aplicando fuerza e intensidad a las marchas se consigue mejorar el estado físico de manera rápida y notable, tonificando todo el cuerpo y perdiendo peso, de paso.
Beneficios directos a la salud
Lo que este ejercicio físico aporta a la salud de las personas es tan positivo que incluso las autoridades sanitarias de Inglaterra no han dudado en incluirlo en la lista de actividades recomendadas de forma regular para todas las personas adultas. Y es que su práctica continuada consigue fortalecer los músculos y huesos, además de potenciar el equilibrio.
Pero esto no es todo, como ejercicio moderado que es, la marcha nórdica ofrece otras ventajas indiscutibles y directas a la salud, como pueden ser la reducción del riesgo a desarrollar enfermedades crónicas: el asma, la diabetes tipo 2, derrames o diferentes cardiopatías e incluso algunos tipos de cáncer. La caminata nórdica es muy recurrente para todos aquellos que quieran perder peso fácilmente, pues disminuye la grasa corporal significativamente. Además, también refuerza el sistema inmunitario, otorgando a quien la practica sensación de bienestar.
Por otro lado, conviene señalar que también potencia la coordinación entre brazos y piernas, fortifica la musculatura de estas extremidades, mejora la postura corporal, fortaleciendo la espalda y reduciendo el impacto, especialmente en las rodillas.
Como se ha podido comprobar, la caminata nórdica ofrece un buen número de cualidades beneficiosas a la salud. Si se quiere recibir más información en este sentido, es recomendable visitar Planeta Nordic Walking, una página web especializada en esta forma de ejercitarse tan saludable.
Tipos de bastones para la caminata nórdica
No todos los bastones que ofrece el mercado van a ser válidos para esta práctica deportiva. En líneas generales, es preferible que no sean muy pesados, sobre todo si se es principiante, pero sí que sean de una sola pieza y regulables, para que pueda servir a alguien más.
En cuanto a los materiales de los que estén fabricados, los más recomendados son los de aluminio que, aunque vibran de forma incómoda al tocar el suelo, están muy bien de precio. Los de carbono son ligeros y no vibran al chocar, es el preferido por los expertos y el más indicado para largas distancias, por lo que están considerados como los mejores. Por último, los de fibra de vidrio protegen más las articulaciones que los de aluminio, pero no son tan ligeros, se consideran una opción intermedia.