El tan esperado match por el título mundial de ajedrez entre Magnus Carlsen y Ian Nepomniachtchi tuvo un inicio interesante. Sí, el resultado fue tablas, en 45 movimientos, de una Ruy López Cerrada; pero el duelo realmente no fue aburrido.
En tiempos del software Alpha Zero, con la inteligencia artificial como palabra de orden en la preparación de las partidas, es muy difícil sorprender en la apertura. No esperemos grandes novedades esta vez. Tampoco veremos 12 (o 14) tablas consecutivas, como ocurrió en 2018. Habrá sangre sobre el tablero, solo que, en el duelo inicial hubo escamaruzas, pero sin grandes contratiempos para ninguno de los dos.
En Dubái, quizás para sorpresa de muchos, no apareció la Berlinesa en la Ruy López. Carlsen condujo las negas y quedó con un peón de menos; pero tenía la pareja de alfiles como compensación. Nepomniachtchi salió un poco mejor de la apertura; pero, tras 22. Af4, las negras igualaron la posición. Este fue un error de cálculo, ya que después las negras, tras cambiar la pareja de alfiles y activar sus torres, tomaron la iniciativa.
En el movimiento 36, las negras recuperaron el peón; pero el rey blanco en c2 mantenía la posición balanceada, por lo que optaron por repetir movimientos.
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