El campeón mundial Magnus Carlsen atraviesa por el peor momento de su carrera ajedrecística en una década. En el orden económico, las cosas marchan bien, porque la salida a la bolsa de valores de Oslo de su grupo, Play Magnus, fue un éxito y Forbes lo consideró el «e-deportista» con mayores ingresos de 2020; sin embargo, frente al ordenador y, especialmente, sobre el tablero algo no está funcionando bien con el noruego.
Los primeros indicios de los problemas fueron visibles en las dos primeras paradas del Champions Chess Tour. En el Skilling Open perdió el match final contra Wesley So, ante quien cedió en las partidas rápidas (algo muy inusual en el campeón). Luego, en el Airthings Masters, la situación empeoró, porque Carlsen perdió categóricamente el match de cuartos de final frente al ruso Daniil Dubov.
Después de estos fracasos, el campeón se tomó unas vacaciones y anunció que estaba listo para regresar al «ajedrez sobre el tablero», en la 83 edición del torneo Tata Steel, en Wijk aan Zee, considerado el Wimbledon del ajedrez.
El comienzo fue muy prometedor, ya que superó al iraní Alireza Firouzja, en una excelente partida. A partir de ahí, el campeón entró en «hibernación». Firmó cinco tablas de manera consecutiva, en las que no tuvo casi opciones de victoria. El caos llegó en la octava ronda, en la que enfrentó, con negras, a un chico de 18 años, el ruso Andrey Esipenko, de 2677 puntos ELO.
Desde la apertura Carlsen quedó totalmente perdido. En la jugada 12 (con Dh4) los motores de análisis ya daban ventaja notable para el ruso, pero ya sabemos que el campeón sabe defenderse muy bien en posiciones desventajosas. Esta vez no hubo chance. El momento más espectacular llegó en el movimiento 17. Antes, Carlsen llevó su caballo a c6, tratando de cambiarlo por el blanco, en d4. Esipenko pensó bien y encontró una preciosa combinación: entregó su caballo por el peón de b5 y con 19.Dc3 amenazó de manera simultánea al alfil en c6 y la torre en h8.
A partir de ahí el resto fue relativamente sencillo. El peón pasado por la columna «d» fue decisivo y Esipenko jugó de manera precisa para derrumbar al noruego.
El periodista especializado Tarjei Svensen compartió en su cuenta en Twitter algunos datos que me parecen muy interesantes y que ilustran el mal momento (temporal, aclaro) en el que se encuentra Magnus Carlsen:
– Desde su derrota ante Yannick Pelletier, en Reyjavik, en 2015, Carlsen jugó 68 partidas de manera consecutiva sin perder ante un rival con un ELO inferior a 2700 puntos. En ese período logró 41 victorias y pactó 27 tablas.
– Fue la primera derrota de Carlsen en el torneo Tata Steel desde 2017. Desde ese momento había jugado 51 partidas en Wijk aan Zee con balance de +16 =35
– Primer fracaso de Carlsen ante un chico de 18 años o menos desde que perdio contra Anish Giri, en 2011 (en aquel momento el holandés tenía 16 años)
Vea además:
Descargue todas las partidas del torneo Tata Steel 2021 [en .pgn]