Magnus Carlsen no soporta perder. El campeón mundial no está acostumbrado a inclinar su rey, especialmente porque lo ha hecho pocas veces a lo largo de su exitosa carrera. Así que, de seguro, el prodigio noruego no terminará de pasar bien su cumpleaños número 30, porque el estadounidense Wesley So le hizo el peor «regalo» posible: lo venció en el match final del Skilling Open, la primera parada del Champions Chess Tour, que reparte 1,5 millones de dólares en premios.
So tuvo un brillante torneo. En la fase clasificatoria terminó en el tercer lugar, con 8,5 puntos, a solo media unidad de Carlsen e Hikaru Nakamura. Luego, en el match de cuartos de final vino de atrás para superar al azerí Teimour Radjabov, ya que perdió el primer mini match (2,5-0,5), pero triunfó en el siguiente y empató el último, donde hubo que acudir a la partida Armagedón (So hizo tablas con negras, por lo que Radjabov quedó eliminado).
En el duelo semifinal, Wesley So superó a Hikaru Nakamura en el primer mini match e igualó el segundo, por lo que avanzó a la final.
El camino de Magnus Carlsen fue un poco menos complicado. En su enfrentamiento contra Anish Giri ganó un mini match e igualó el otro, al igual que sucedió contra el ruso Ian Nepomniachtchi. El inicio fue difícil, ya que el campeón mundial «deslizó mal el mouse» en el primer cotejo y de inmediato se rindió; pero después no le dio muchas más oportunidades al ruso.
La resistencia de Wesley So
Wesley So estuvo cerca de perder tantas veces la final que terminó ganándola. En el primer mini match, Carlsen ganó la primera y tercera partida, por lo que siempre tuvo a So «contra las cuerdas»; sin embargo, el filipino-estadounidense triunfó en la segunda (donde Carlsen, en el movimiento 89, cometió un enorme blunder que lo llevó a recibir jaque mate) y cuarta, por lo que el duelo inicial concluyó 2-2.
Al día siguiente, Carlsen volvió a tomar la delantera; pero So ganó el cotejo 2 y, luego, las otras dos partidas concluyeron en tablas. Por tanto, fue necesario jugar un mini match blitz. Aquí So dio primero con blancas (el peón pasado por la columna «a» era indetenible) y se las arregló para igualar la segunda partida, en lo que solo quedaron los reyes sobre el tablero. La molestia de Carlsen era monumental. Definitivamente el campeón no terminará bien su cumpleaños 30.
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