Para David «Big Papi» Ortiz, Mike Fiers es un soplón, un oportunista que, después de ganar su dinero, decidió exponer lo que, supuestamente, sabía todo el mundo pero nadie se atrevía a hablar: el robo de señas de los Astros de Houston.
«Estoy enojado con este tipo (…) ¿Por qué no habló de eso durante la temporada, cuando estaba sucediendo? ¿Por qué no dijiste: no quiero ser parte de eso? Entonces, luces como un soplón. ¿Por qué tienes que hablar de eso después?», dijo Papi Ortiz.
El futuro miembro del Salón de la Fama debe sentirse enojado, pero creo que seleccionó la persona equivocada en la que enfocar su enojo. El mensajero no debería recibir la culpa, porque lo que ese mensajero dijo era, tristemente, cierto. ¿Fiers debió denunciar ante la trampa? Indudablemente sí; pero a diferencia de la gerencia de la franquicia y de más de 40 peloteros que se beneficiaron con el engaño, al menos tuvo la entereza de abrir la «caja de Pandora» y mostrar cuánta falsedad había detrás de números inflados con golpes en un latón de basura.
Entonces, Papi, si Fiers es un «soplón», por decir las verdades que otros no se atrevieron, ¿qué calificativo daríamos a José Altuve, Carlos Correa, tus amigos Carlos Beltrán y Alex Cora? Sería interesante saber qué piensas de ellos.
Todos se beneficiaron de la trampa, ninguno se atrevió a decir, como sugieres en tus comentarios, «hey, no quiero ser parte de esto», y sí, todos cobraron cheques millonarios y hoy tienen un anillo que, aunque Rob Manfred, ese que defiendes tanto en tus comentarios, no se atreva a dar el paso debería quedar marcado con un asterisco.