Las defensivas, nos dicen, ganan los campeonatos. Esa idea la aplicaron muy bien los 49ers de San Francisco para triunfar en su Conferencia y con ese plan se presentaron en Miami, en el Súper Bowl LIV. La estrategia le funcionó muy bien al coach Kyle Shanahan durante tres cuartos y medio del partido más esperado del año; sin embargo, tras la segunda intercepción a Patrick Mahomes, cuando todo parecía perdido para los Jefes de Kansas City, de alguna manera este equipo reaccionó y fue capaz de anotar ¡21 puntos! en menos de seis minutos para ganar por 31-20 su primer título de NFL en medio siglo.
Patrick Mahomes tiene solo 24 años y ya cuenta con dos récords muy valiosos en la NFL: en 2019 se convirtió en el jugador más joven en recibir la distinción de MVP de la temporada y, un año más tarde, entró en los libros como el más joven MVP de un Súper Bowl.
En el estadio Hard Rock de Miami, poco funcionó para Mahomes por 55 minutos. Su segunda intercepción de la noche acalló al enorme grupo de fanáticos que estuvo en la instalación; pero, tal y como sucedió contra los Texans y, luego, contra los Titans, los Jefes no se dieron por vencidos.
El momento que cambió el destino del partido creo que fue el pase de 44 yardas a Tyreek Hill, en 3ra y 15. Esto dio vida a los Jefes y, poco después, Mahomes encontró al ala cerrada Travis Kelce para acercar a su equipo 20-17. Con poco por jugar (cinco minutos) y el ovoide, los 49ers tuvieron la opción de congelar el partido, pero no pudieron lograr ni un down. Esto trajo de regreso a la ofensiva al terreno. Mahomes volvió a mostrar sangre fría, cuando casi desde el piso lanzó el pase salvador de 38 yardas a Sammy Watkins que colocó a los Jefes en la zona roja. Luego, un corto pase de cinco yardas al corredor Damien Williams dio ventaja a los Jefes, 24-20.
Todavía quedaba tiempo suficiente para que el mariscal de campo de los 49ers, Jimmy Garoppolo, creara una serie ganadora; pero ya sabemos que el fuerte de Jimmy G no es precisamente su brazo, así que San Francisco no pudo pasar del medio campo. Para sellar la victoria, Damien Williams se escapó y corrió hasta la zona prometida.
Este fue el primer título de Súper Bowl para el coach Andy Reid, tras 20 años en diferentes posiciones de dirección. Mientras, del otro lado, Kyle Shanahan vivió otro colapso de su equipo. Tres años atrás, los Patriotas le remontaron un 28-3 a los Falcons, en los que Shanahan era coordinador ofensivo. Ahora la línea defensiva de los 49ers, impenetrable hasta casi el final, permitió 21 puntos consecutivos. Un caso pudo ser casualidad, dos…una tendencia.