En la 18va edición del Campeonato Mundial de baloncesto, que acogerá China, Estados Unidos buscará convertirse en el único país en conquistar tres títulos universales de manera consecutiva. Para lograr este hito será imprescindible que su principal estrella, que no estará en la cancha, sino a un costado, utilice toda su experiencia a la hora de mover a sus jugadores. Este, quizás, sea el mayor reto en la historia para el veterano coach Gregg Popovich.
Una tras otra las estrellas de la NBA que fueron convocadas al Team USA se fueron bajando del barco. Desinterés, leves lesiones, presiones de las franquicias para evitar más horas de juego incidieron en que desde James Harden hasta Anthony Davis dieran el “no” definitivo. No fue fácil conformar finalmente la nómina de 12 jugadores. No es difícil darse cuenta que estamos en presencia del equipo menos fuerte de Estados Unidos en más de una década.
A pesar de las ausencias, creo que sería un error no colocar al Team USA como el gran favorito para ganar el título mundial en China. Popovich ha demostrado que sabe sacar el máximo a los atletas y, además, en el roster hay excelentes jugadores:
Harrison Barnes (Sacramento Kings), Jaylen Brown (Boston Celtics), Joe Harris (Brooklyn Nets), Brook Lopez (Milwaukee Bucks), Khris Middleton (Bucks), Donovan Mitchell (Utah Jazz), Mason Plumlee (Denver Nuggets), Marcus Smart (Celtics), Jayson Tatum (Celtics), Myles Turner (Indiana Pacers), Kemba Walker (Celtics) y Derrick White (San Antonio Spurs).
PRIMERA DERROTA EN 13 AÑOS DEL TEAM USA CON JUGADORES NBA
La etapa preparatoria para el Mundial no ha sido la mejor para el Team USA y esto, lógicamente, ha encendido las alarmas. En su último partido contra Australia, los estadounidenses perdieron 98-94. Tal vez en otro momento esto no hubiera provocado mucho ruido mediático, pero resulta que este revés puso fin a una cadena de 78 partidos durante 13 años sin reveses del Team USA formado por jugadores de la NBA, en eventos internacionales o juegos de exhibición.
El último fracaso ocurrió ante Grecia, en la semifinal del Campeonato Mundial de 2006, donde Estados Unidos logró el bronce. Luego, los estadounidenses ganaron invictos el torneo FIBA América 2007, los Juegos Olímpicos de 2008, 2012 y 2016 y los Mundiales de 2010 y 2014. En las llamadas “Ventanas FIBA”, clasificatorias para el Mundial de China, el Team USA perdió dos juegos; sin embargo, en esa nómina no fue incluido ningún jugador de la NBA.
Después de la derrota ante los australianos, Kemba Walker reconoció que ellos “habían aprendido la lección”. ¿En serio?