Los Knicks de Nueva York están envueltos en otra decepcionante temporada. El desespero de la gerencia llevó al traspaso del jugador que, supuestamente, iba a ser el rostro de la franquicia la siguiente década, el letón Kristaps Porzingis y también terminaron el vínculo con el siempre problemático pívot turco Ener Kenter.
La última vez que los Knicks jugaron una final fue veinte años atrás y para encontrar el último título debemos remontarnos a 1973. No obstante, el equipo neoyorquino acaba de ser considerado por la revista Forbes, por cuarto año consecutivo, como la franquicia más valiosa de la NBA, al estar valorada en 4 mil millones de dólares, un incremento del 11% con relación al año pasado, gracias a la renovación por la que atravesó su arena de juego, el mítico Madison Square Garden. Incluso, el dueño de los Knicks, James Dolan, confesó que llegaron a ofrecerle 5 mil millones por el equipo. Por tanto, Knicks y Yankees de Nueva York están “abrazados” en la segunda posición de las franquicias deportivas más valiosas de Estados Unidos, solo por detrás de los Cowboys de Dallas, estimados en 5 mil millones.
El mensaje es claro: no importa el récord que tenga el equipo (el de los Knicks es el peor de los 30, con solo 10 victorias en casi 60 partidos), pero si en la arena hay nuevas ofertas comerciales, pues la franquicia cada vez vale más.
En el segundo lugar de las franquicias más valiosas de Forbes aparecen los Lakers de Los Ángeles, valorados en 3700 millones de dólares (un crecimiento del 12%), luego están los Warriors de Golden State (3500 millones), los Bulls de Chicago (2900 millones) y los Celtics de Boston (2800 millones). En este listado por supuesto que sobresale, además de los Knicks, la presencia de los Bulls, otro desastre en el Este; pero con una gran base de fanáticos.
Según Forbes, las franquicias de la NBA valen, como promedio, 1900 millones de dólares, un aumento del 13% con relación a 2018.
Otros equipos (Charlotte, Dallas, Portland) también tuvieron notables incrementos en su valor, especialmente porque entraron en vigor los nuevos acuerdos sobre la venta de derechos televisivos. Además, otros inauguraron arenas, como Milwaukee que ahora juega en el Fiserv Forum, que costó 524 millones de dólares y los Wariors confían en que su movimiento al Chase Center, en San Francisco, les ofrezca dividendos económicos suficientes para pagar los contratos de sus súper estrellas; mientras, Minnesota y Utah completaron renovaciones en sus estadios, valoradas en más de 100 millones de dólares. Como dato curioso: solo una franquicia perdió valor, los Cavaliers de Cleveland que valen 4% menos que en 2018. La partida de LeBron James marcó el comienzo del fin para un equipo que tuvo cuatro participaciones consecutivas en la Final de la NBA.
La NBA siguió generando cifras mareantes: en 2018 los ingresos fueron de 8 mil millones de dólares, un crecimiento del 8,5%. Además del dinero obtenido por los acuerdos televisivos y las renovaciones de los estadios, las franquicias recibieron cifras millonarias (entre 4 y 20 millones) por mostrar en sus camisetas el logo de su patrocinador (solo el Thunder Oklahoma City no ha encontrado anunciante).