No fue fácil (nunca lo ha sido), no hubo un gol de campo en los instantes finales ni tampoco una remontada espectacular, pero el resultado fue el mismo: los Patriotas de Nueva Inglaterra superaron 13-3 a los Carneros de Los Ángeles, en el Súper Bowl LIII, en Atlanta y levantaron por sexta ocasión el trofeo Vince Lombardi, por lo que empataron en la cima de los máximos ganadores de todos los tiempos en la NFL con los Acereros de Pittsburgh.
El Súper Bowl LIII fue un duelo de defensivas que encontró decisión en el último cuarto. Los que esperábamos ver muchos puntos en la pizarra lógicamente quedamos decepcionados. Solo hubo un touchdown, que llegó cuando se habían jugado 53 minutos de partido. Los Carneros poco pudieron hacer ante el plan de Bill Belichick, Todd Gurley estuvo de vacaciones y los castigos hundieron sus pocas posibilidades.
Los Patriotas llegaron al medio tiempo con ventaja de 3-0 por un gol de campo de Stephen Gostkowski quien casi se viste nuevamente de villano, como sucedió en el Súper Bowl anterior, porque volvió a fallar una patada. Esta vez ese error no terminó costando un título, ni tampoco la intercepción a Brady. Los Carneros igualaron en el tercer cuarto y la escena quedó lista para que, en el cuarto final, Brady armara una serie ofensiva en la que volvió a ser clave Julian Edelman (10 recepciones y 141 yardas) y el ala cerrada Ron Gronkowski. Desde la yarda 2, Sony Michael acarreó el ovoide hasta la zona de anotación y los millones de fanáticos de los Patriotas comenzaron a celebrar, aunque todavía quedaba tiempo en el reloj.
En los instantes finales, Gostkowski conectó otro gol de campo que terminó por sepultar las esperanzas de los Carneros.
Este fue el sexto título de los Patriotas lo que consolida a esta franquicia como la más completa del siglo XXI. La dupla Tom Brady – Bill Belichick ha aumentado su leyenda.