Un match por la corona mundial de ajedrez suele decidirse por un pequeño detalle. A este nivel, difícilmente un jugador sea capaz de sacar dos o tres puntos de ventaja sobre su adversario. Esto lo hizo Magnus Carlsen sobre Viswanathan Anand, en dos ocasiones; pero, por lo general, la paridad se mantiene hasta las últimas partidas. En el cuarto día de descanso del duelo en Londres, Fabiano Caruana quizás siga lamentando la oportunidad que desperdició en la octava partida del enfrentamiento ante Carlsen. El estadounidense alcanzó una posición muy interesante; sin embargo, no encontró el plan ganador y el campeón se las arregló para igualar. “Fue una decepción menor”, reconoció el retador, tal vez para quitarse presión sobre sí mismo.
El match entre Carlsen y Caruana ya forma parte de la historia del ajedrez, por las ocho tablas iniciales, algo que solo había sucedido una vez, en 1995, en el duelo entre Garry Kasparov y Anand. Quedan solo cuatro partidas clásicas y es muy posible que sea necesario recurrir a los cotejos rápidos para decidir al campeón. Carlsen tiene mucha más experiencia, porque este su cuarto match por la corona; pero, en realidad, Caruana ha tenido hasta ahora más opciones de obtener la primera victoria.
En el octavo cotejo, ante el peón rey del estadounidense, Carlsen volvió a elegir la defensa Siciliana, solo que esta vez el retador esquivó la variante Rossolimo, que había sido utilizada en tres ocasiones en el match. Ante 3.d4, el noruego tomó rápidamente ese peón; pero tras 4.Cxd4 pensó casi un minuto antes de colocar su caballo en f6 y dar paso a la variante Sveshnikov (5.Cc3 e5 6. Cdb5). Las blancas salieron muy bien de la apertura y a la altura del movimiento 20, varios motores online de análisis consideraron que la posición de Caruana era ganadora. El estadounidense utilizó más de media hora para encontrar la mejor estrategia y con 21. c5 parecía que el negro se derrumbaría. No fue así.
Carlsen no cometió más errores, Caruana tampoco encontró una manera de mejorar su posición y después del cambio de damas, en la jugada 29, quedó claro que el match se encaminaba al octavo empate. El final de torre, alfil y cuatro peones para cada bando estaba totalmente igualado y en el movimiento 38 acordaron las tablas. 4-4.