La única vez en la historia que las ocho primeras partidas de un match por el título mundial de ajedrez terminaron en tablas ocurrió en 1995. En ese entonces, Garry Kasparov ya había roto con la FIDE, tenía su propia organización y enfrentó, en el World Trade Center, de Nueva York, a Viswanathan Anand. El “Ogro de Bakú” perdió la novena partida, pero luego ganó cuatro de las cinco siguientes y retuvo el título. Por esa fecha, Magnus Carlsen y Fabiano Caruana no llegaban a los cinco años y aunque ya tenían cierta noción del juego ciencia probablemente no soñaran con luchar, algún día, por la corona universal. Dos décadas después, los dos mejores ajedrecistas del momento están cerca de igualar el récord de Kasparov y Anand, pues han entablado los siete cotejos del match que se celebra en Londres.
Dos años atrás, en el match contra Sergey Karjakin, en Nueva York, Carlsen también comenzó con seis tablas; pero perdió el séptimo cotejo. Ahora, en la capital británica, el campeón mundial condujo las blancas por segunda partida consecutiva y prefirió no arriesgar en la apertura, por lo que optó por el Gambito de Dama y repitió los nueve movimientos iniciales de la segunda ronda. Caruana no tuvo problemas para igualar la posición y la única sorpresa llegó en la jugada 10, cuando el estadounidense decidió retirar su dama, ubicada en a5, hasta d8.
Después no hubo más sobresaltos en la partida. Las piezas desaparecieron con rapidez del tablero y a la altura del movimiento 25 el final de dama, caballo y seis peones para cada bando estaba totalmente igualado. Algunos minutos más tarde, ante la perspectiva de repetir movimientos, llegó el apretón de manos. Un empate más y el duelo entrará en la historia.
Quizás lo más interesante de la séptima partida haya sido comprobar que la filtración del vídeo de la sesión de entrenamiento de Caruana no tuvo ningún impacto en el desarrollo del duelo, porque las cámaras captaron notas de preparación del estadounidense en una defensa Petroff y un Gambito de Dama declinado. Estas dos aperturas se utilizaron en la sexta y séptima partida y en ninguno de los dos cotejos el retador ha afrontado complicaciones.
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