El programa televisivo “Al duro y sin guante”, que conducen los colegas Rodolfo García y Sergio Ortega, invitó al MI Rodney Pérez y a la Gran Maestra Yaniet Marrero para analizar los resultados de los equipos cubanos en la Olimpiada de ajedrez, celebrada en Batumi. Allí, como sabemos, las cosas no salieron bien, ya que en el torneo Abierto los hombres finalizaron en el lugar 61 (su peor escaño en la historia), mientras, las mujeres concluyeron en el lugar 27.
En el diálogo se abordaron varios puntos que considero esenciales para el desarrollo, presente y futuro, del ajedrez cubano.
LOGIN Y PASSWORD PARA INTERNET
En una entrevista concedida a Rafael Pérez, antes de que se produjera la ruptura con la Federación cubana, el Gran Maestro Lázaro Bruzón fue muy crítico con lo que consideró uno de los mayores problemas para el ajedrez nacional: la desconexión con Internet. Ante las cámaras de la televisión, Rodney, el capitán de la selección en Batumi, explicó que esta había sido una de las mayores dificultades en la preparación. Ninguno de los miembros de los equipos olímpicos recibe facilidades para conectarse a la red de redes y acceder a las enormes bases de datos (The Week in Chess ofrece gratuitamente decenas de miles de partidas y por un precio risible es posible obtener casi 3 millones de partidas), ni pueden entrar a sitios como Chess.com donde juegan desde Grandes Maestros de la súper elite hasta ajedrecistas amateurs.
Tanto García como Ortega concordaron con Rodney y pidieron a las autoridades resolver, cuanto antes, esta situación. Bruzón reconoció que llevaban 15 años exigiendo lo mismo y nunca recibieron una solución. ¿Cambiará esto ahora? Quisiera ser optimista y pensar que el INDER y la Comisión nacional, que es una de las que menos presupuesto anual recibe, pueden llegar a un acuerdo para ofrecer acceso a una herramienta imprescindible; pero, después de tantos desencuentros, es difícil ser optimista.
(DES) MASIFICACIÓN
En otra parte del programa televisivo, el comentarista Ángel Luis Fernández, puso el dedo en otra llaga abierta: la (des) masificación del ajedrez. Si en los primeros años del siglo XXI el juego ciencia recibió un gran apoyo, con aquellas simultáneas gigantescas en la Plaza de la Revolución (donde yo jugué contra 10 niños) y en la Plaza “Che Guevara” de Santa Clara y a las escuelas llegaron módulos con tableros y piezas, la realidad actual es muy diferente. En La Habana fue muy interesante la recuperación del torneo “Tras las huellas del Che”, que agrupaba a equipos de distintos centros laborales. Hoy, la falta de presupuesto hizo desaparecer (nuevamente) ese torneo. Tampoco se juega de igual forma en las escuelas. ¿Cómo encontrar y formar a los próximos Grandes Maestros?
ÉXODO
Otro tema polémico abordado fue el éxodo de ajedrecistas. El caso más reciente es de Lázaro Bruzón. El tunero recibió una beca para estudiar-jugar en el programa Spice, de la Universidad de Webster, en San Luis y días antes había solicitado, por problemas de salud, no ser incluido en el equipo olímpico, al que había pertenecido desde 2002. Aquí ardió Troya y la Comisión nacional decidió separarlo del equipo. ¿Pudo manejarse mejor esta situación por las dos partes? Creo que sí, pero más allá de lo pasado, creo que no hay argumentos para sostener la exclusión de aquellos jugadores que residan en otros países de la selección nacional. Si muestran su intención y tienen calidad más que suficiente, ¿por qué Leinier Domínguez, Bruzón y Yuniesky Quesada no pueden volver al equipo? Preguntas similares atormentan a todas las especialidades deportivas en Cuba.
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