Diego Armando Maradona sigue regalando “perlas” que llegan a los titulares de los medios de comunicación y restan todavía más credibilidad a su persona. Desde México, donde le regalaron un contrato con el club Dorados de Sinaloa, para publicitar la segunda división de ese país, el “Pelusa” la emprendió contra Lionel Messi. Diego pidió que dejaran de endiosar a Lio (no aclaró, pero por supuesto que quiere que lo sigan endiosando a él, ya que los goles de México 1986 son eternos y las drogas no) y, luego, lanzó el dardo envenenado: “Es inútil querer hacer caudillo a un tipo que va 20 veces al baño antes de un partido. Eso es de cajón. No endiosemos más a Messi. Messi en Barcelona es uno y en la Selección es uno más”.
No es la primera vez que Maradona critica a Messi; pero esta vez sus ataques fueron todavía más fuertes. En el programa “La última palabra México” le preguntaron si, en un hipotético y estoy seguro absolutamente irrepetible escenario, volviera a dirigir la selección albiceleste convocaría a Lio, esta fue su respuesta: “no llamaría a Messi, pero nunca digas nunca. Hay que sacarle presión. Hay que sacarle el caudillo que queremos que sea Messi, que no lo va a ser. A Messi le dices ‘tírate de cabeza contra el palo’, y él prefiere jugar a los videojuegos”.
Maradona ha considerado al mejor futbolista del mundo como un cobarde, falto de compromiso y medio estúpido. Entiendo la frustración de Maradona con Messi, quien ciertamente no ha mostrado su máximo nivel con la camiseta argentina; pero no ha sido el único en decepcionar. Entiendo la frustración por las ideas y venidas de Messi con su selección nacional y el “hasta aquí he llegado” tras la Copa América Centenario 2016; sin embargo, culpar a Messi por el pobre juego de la albiceleste en diferentes torneos internacionales es tan absurdo como decir que Maradona ganó él solo el Mundial de 1986.