En el ajedrez, el zugzwang es cuando la partida llega a una posición en la que todas las jugadas posibles conducen a la derrota. Si hiciéramos una analogía, el conflicto entre el Gran Maestro cubano Lázaro Bruzón y la Comisión Nacional ha alcanzado el temido zugzwang, solo que, en esta ocasión, ambas partes salen derrotadas.
Antes de compartir mis apreciaciones sobre esta polémica, vayamos a los hechos:
– El Gran Maestro Lázaro Bruzón debía ocupar el primer tablero del equipo cubano de ajedrez que participará en la Olimpiada, en Batumi, Georgia. Bruzón jugó en 9 Olimpiadas de manera consecutiva, desde 2000 hasta 2016. En total celebró 98 partidas, con 41 victorias, 37 tablas y 20 fracasos. En dos ocasiones (esta hubiera sido la tercera) defendió el primer tablero (2002 y 2006) y su mejor actuación en Olimpiadas fue en la cita de Calviá, en 2004, donde hizo 8 puntos de 11 posibles y contribuyó notablemente a que Cuba finalizara en la séptima posición de la tabla general.
– Bruzón tiene un ELO de 2653 puntos y ocupa el escaño 94 del mundo. Es el líder del ranking nacional, ante la ausencia de Leinier Domínguez, quien reside en Estados Unidos hace más de un año y no ha jugado una partida de ajedrez clásico en ese tiempo, por lo que, de acuerdo con el reglamento, la FIDE lo excluyó (temporalmente) del listado ELO.
– El 23 de agosto, la Comisión Nacional de ajedrez anunció que Bruzón no formaría parte del equipo cubano, ya que el Gran Maestro tenía problemas de salud que exigían reposo y otras limitaciones que imposibilitarían su presencia en la urbe georgiana. En este momento, la Comisión no declaró cuál era la situación médica que afrontaba Bruzón. Su lugar en la selección olímpica lo ocuparía el GM Yasser Quesada (hermano de Yunieski Quesada).
– En una entrevista concedida al periodista Rafael Pérez Valdés, publicada en la revista Cubahora, Bruzón reconoció: “Tengo una infección bastante seria y llevo como 20 días con tratamiento. Ya me había tratado en ocasiones anteriores, por un dolor en el lado derecho del abdomen, pero los diagnósticos no fueron del todo acertados.” En otro momento de esa entrevista a través del correo electrónico, el Gran Maestro aclaró que tenía intenciones de estudiar.
– El 7 de septiembre, Susan Polgar publicó en su perfil en Facebook que Bruzón se había unido al equipo SPICE, de la Universidad de Webster, en San Luis, junto al villaclareño Yunieski Quesada y que jugaría allí en la temporada 2018-19. En Webster se graduó el pinareño, ya con nacionalidad estadounidense, Fidel Corrales, quien también formó parte de ese equipo.
– El 12 de septiembre, la Comisión Nacional de ajedrez emitió un comunicado en el que oficializó la separación de Bruzón de la preselección cubana, así como de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Giraldo Córdova Cardín.
– Un día después, en su perfil personal en Facebook, Bruzón publicó un post en el que criticó fuertemente a las autoridades de la Comisión Nacional de ajedrez y aclaró que esa entidad había dado a conocer “una nota fabricada para quedar ellos como heroes y yo villano,difundir una nota asi donde resalta el malestar y odio hacia mi de donde viene” (respeto la ortografía original del post)
– En otra parte del post, Bruzón aclara: “deje una carta explicando claramente cuales eran mis intenciones sin enganar ni esconderme de nadie (…)sali con la firme conviccion de seguir participando en torneos por Cuba como parte de su equipo y para la proxima olimpiada,no dije nunca que iba a jugar un torneo,no dije tampoco que iba a prepararme ni atenderme con ningun medico…sali con mi pasaporte azul como he hecho durante varios annos….no en un evento oficial ni con mi pasaporte oficial,por eso no tenia que darle mayores explicaciones a nadie (…)”.
– “yo vine a estudiar en una universidad,comenzar una nueva etapa de retos y aspiraciones en mi vida personal y profesional,pero siempre con las mejores intenciones de seguir manteniendo mis lazos y jugar por Cuba.”
– “LOs que me conocen saben de donde yo vengo,cuales son mis origenes y todo lo que he pasado,siempre he luchado y he salido adelante a pesar de muchas adversidades,pero si algo he mantenido es que siempre he sido transparente,hablo la verdad bajo cualquier circunstancia y lucho por lo que creo justo,por eso me resulta inescrupuloso que hoy esten dando una imagen falsa,con noticias llenas de mentiras sobre mi,llevo mas de 20 annos de carrera y representando a Cuba en el ajedrez,eso no hay forma de borrarlo,que por su incapacidad y extrictas reglas ellos me pierdan del equipo y demas es otra cosa.Con estas letras no estoy justificando ni pidiendo absolutamente nada,si simplemente ellos hubieran dicho que era baja sin dar tantas explicaciones ni calumniarme con falsos argumentos yo hubiera mantenido el silencio…pero no asi…”
La posición entre ambas partes es zugzwang. No creo que haya vuelta atrás, aunque me parece que esta historia pudo conducirse mejor, desde los dos lados.
Bruzón afirma que dejó una carta, en la que explicaba su intención de estudiar en una universidad y aclaraba su deseo de seguir jugando por Cuba. Aplaudo esto y creo que es hora de que la política, que “no cabe en la azucarera”, como cantara décadas atrás Carlos Varela, se abra todavía más para los atletas, pero… ¿A quién iba dirigida la carta? Me hago esta pregunta, porque en los comunicados de la Comisión no se hace referencia a un conocimiento previo de la determinación de Bruzón de inscribirse en Webster, a pocos días del inicio de la Olimpiada. Obtener una visa estudiantil, para Estados Unidos, no es un proceso sencillo y, para un cubano, en la época actual, resulta realmente complicado.
El Gran Maestro dice en su post que los directivos se molestaron porque él criticó, en la entrevista publicada en Cubahora, que llevaran más de 15 años pidiendo Internet. Es increíble que no se les haya apoyado más con esta herramienta, que es imprescindible en el juego ciencia contemporáneo; aunque creo que el enfado de la Comisión no está en esa crítica, sino en que poco después de que Bruzón solicitara no participar en la Olimpiada, por sus problemas en el colon…apareciera su presentación como jugador del equipo SPICE.
¿Cuál hubiera sido el final deseable? La décima participación de Bruzón con el equipo olímpico, su ingreso en Webster, donde podrá participar en torneos fuertes y recibirá una formación académica y, especialmente, el hecho de que un atleta, que estudie / resida en Estados Unidos, pueda jugar con una selección cubana.
¿Cómo evitar el rompimiento? Con un diálogo realmente sincero que, creo, nunca se produjo. No hay héroes ni villanos en esta historia que tuvo el peor final posible.
Hola Miguel Ernesto,
Mi nombre es Augusto Arias, soy cubano y ciudadano americano, vivo en Miami.
Gracias por tu blog y compartir tus ideas honestamente con tantas personas en la web.
En relacion con el caso de Bruzon (muy parecido al de Leinier) hay algo en que desacuerdo contigo (permite el tuteo por favor) y es que si bien todos perdemos: Cuba, los cubanos y Bruzon, la realidad es que no hay dialogo sincero posible con las autoridades cubanas.
No puedo hablar por ellos y no conozco los detalles de su salida de Cuba; pero creo que para lograr cosas como las que ellos han querido: salir de Cuba, unirse a un Club Universitario en Estados Unidos, mejorar sus vidas y dar un salto a sus carreras ajedresisticas, no queda otro remedio que «darle vueltas a las cosas» con mucho cuidado porque siempre hay alguien presto a tildarte de «traidor» y alli mismo puede acabarse todo: carrera, anhelos…
Yo, salvando las distancias, lo vivi en carne propia, cuando en 2003 sali de Cuba a Montreal para participar en un proyecto de investigacion y desarrollo con la CQRDA (Centro Quebequois de Investigacion y Desarrollo del Aluminio) En un punto fui amenazado con convertime en desertor y mi esposa que aun estaba en Cuba recibio la visita de un fucionario para «explicarle» lo que me ocurriria si no regresaba antes de una determinada fecha… es largo y no es mi historia lo que importa, pero hay paralelos entre ellas. Ahora vivo en USA y son director de ingenieria de una empresa de aluminio… todos perdimos… de nuevo salvando las grandes distancias
Personalmente admiro mucho a Bruzon y Leinier. Solo piensa que esos dos ajedrecistas, aislados practicamente, en el medio de una isla, en un pueblo de la Habana uno y el otro en las Tunas, sin acceso a internet, practicando con el tablero han logrado llegar hasta punto cumbres en el ajedrez mundial. No estoy para nada demeritando el trabajo del ajedrez cubano, pero admitamos que en este mundo globalizado por las comunicaciones, donde se juega en linea diariamente entre jugadores del mas alto nivel, donde la informacion esta accesible para todos los que tengan una computadora y un acceso a internet rapido, el hecho de no disponer de esta herramienta fundamental es un handicap enorme.
Ellos han dado mucha gloria a nuestro pais. Que hay de malo en que quieran mejorar sus vidas? Que de mal puede haber en que quieran medirse en igualdad de condiciones y oportunidades con otros atletas?
Las autoridades cubanas se llenan de orgullo al nombrar a Capablanca. Acaso olvidan que su mayor nivel, gloria y notoriedad las adquirio jugando fuera de Cuba… casualmente en los Estados Unidos… a donde vino a estudiar Ingenieria Industrial, donde se enfrento a lo mejor del ajedrez norteamericano de la epoca y que le sirvio de plataforma para llegar a la cumbre como campeon mundial. En los mismos Estados Unidos, desafortunadamente, le sorprendio la muerte… en un club de ajedrez de New York…
Que impide a las autoridades ver a Bruzon (o Leinier) como mismo ven a Capablanca?
Miguel, perdona la falta de acentos y seguramente otras faltas ortograficas… es una batalla dura cuando dejas de escribir a diario en tu propia lengua.
Saludos, y de nuevo gracias por tu blog!
Hola Augusto!
Muchas gracias por leer y comentar en Mi Columna Deportiva. Leinier Domínguez ya juega con la Federación de Estados Unidos y si no se produce un diálogo, en dos años Bruzón y Quesada también seguirán sus pasos. Creo que el diálogo es el camino para recuperar a todo el talento deportivo formado en Cuba, que anda disperso por el mundo. Leinier y Bruzón son enormes talentos, pero fue su inserción en el movimiento ajedrecístico cubano el que los llevó a pasar por las diferentes categorías y aumentar poco a poco su nivel, hasta sobrepasar los 2700 puntos de coeficiente ELO. Bruzón por poco tiempo, pero Leinier se ha mantenido sobre esa barrera casi por diez años. Hasta ahora el diálogo con las autoridades deportivas (no solo del ajedrez) ha tenido «oídos sordos», pero creo que inevitablemente tendrá que producirse esa mesa de diálogo. Ojalá más temprano que tarde.
Gracias nuevamente por comentar y espero que continúe visitando Mi Columna. La polémica siempre es bienvenida.